Mobutu decreta el toque de queda en Kinshasa ante un inminente asalto rebelde.
El Gobierno de Zaire decretó ayer el toque de queda en la capital, Kinshasa, ante la proximidad de las tropas rebeldes, que están ya a unos 150 kilómetros de la ciudad. Las fuerzas e Laurent Kabila han rebasado ya las últimas defensas importantes que les separan de la capital, en cuyo puerto se produjo anoche la explosión de una potente bomba que causó al menos cuatro muertos y seis heridos. El Gobierno ha pedido a los civiles de Kinshasa que tomen las armas para harían intentar un asalto de forma inminente si fracasa la reunión prevista para hoy en un barco surafricano entre Kabila y el todavía presidente zaireño, Mobutu Sese Seko.
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