Tranquila, cómoda y segura ante la OTAN

"Rusia debe sentirse tranquila, cómoda y segura". Esta es la actitud de la OTAN, y de España ante el proceso de ampliación de la Alianza a los antiguos países satélites de la URSS. En sintonía con el mensaje que el Rey transmitirá esta noche a Yeltsin en el discurso de la cena de gala, el ministro de Exteriores, Abel Matutes, explicó ayer que Moscú no tiene por que tener miedo de su flanco occidental.Es la propia OTAN, señaló, la primera interesada en que la ampliación no se haga a costa de los intereses estratégicos del gigantesco país heredero de la URSS. "Lo mejor para la estabilidad de Europa es que Rusia se sienta segura", afirmó el ministro, quien señaló que el grado de compromiso no debe reducirse al establecimiento de un mecanismo de consultas, sino que debe extenderse a la cooperación militar.

La asociación con la OTAN, pendiente aún de la concreción definitiva, está más trabajada hoy por hoy que la aspiración rusa (que Yeltsin expresó hace un mes en Helsinki y no ha desarrollado) de formar parte de la Unión Europea. El ministro considera que no es el momento adecuado" para plantear un ingreso a todos los efectos. Este ingreso resultaría muy problemático a causa de la enorme dimensión de Rusia, que haría difícil tratar a este país como "un socio más".

Matutes recordó que España ha apoyado siempre el proceso de reformas para convertir a Rusia en un país democrático y próspero, pero reconoció que el reto actual es mejorar el nivel de las inversiones y los intercambios comerciales. El jefe de la diplomacia española no se encontrará durante la visita real con su homólogo ruso,Yevgueni Primakov, quien precisamente hoy tiene previsto reunirse con el secretario general de la OTAN, Javier Solana, para seguir despejando el camino del acuerdo que probablemente se firmará el 27 de mayo en París.