El alcalde seguirá adelante con la incineradora "pese a quien pese"

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, quiere que la incineradora siga funcionando "pese a quien pese". Con estas palabras ignoró el informe de tres peritos judiciales que consideran que la planta municipal es insegura y peligrosa para la salud y el medio ambiente (véase EL PAÍS de ayer). Sin embargo, el regidor tiene otra opinión bien distinta: "La planta no es peligrosa para la salud".

El Tribunal Superior de Justicia, tras una denuncia de la Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid, que considera que la planta vulnera la legislación, ordenó que cuatro expertos analizasen la incineradora. Si sus estudios eran negativos, los magistrados cerrarían la planta. El Ayuntamiento exigió entonces poder designar a otros ocho expertos. Los jueces aceptaron. De los cuatro peritos judiciales, tres elaboraron informes demoledores contra la planta y sólo un cuarto la consideró "correcta", aunque puso algunas objeciones.

El regidor interpretó ayer así los informes judiciales hechos públicos por este periódico: "Estoy cansado de decirle al fiscal de Medio Ambiente que me sorprenden estas filtraciones interesadas a la prensa. Parece que el objetivo de estas filtraciones es el de sesgar la opinión de los peritos".

Por su parte, el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Adriano García-Loygorri, afirmó que existen "otros ocho informes periciales [los del Ayuntamiento] que dicen que la incineradora funciona perfectamente y no es en absoluto peligrosa". García-Loygorri añadió que uno de los expertos judiciales que han tachado a la incineradora de insegura, E. Rodríguez Fañé, "ni siquiera se ha pasado por la planta".

Aumento de los costes

Por su parte, Comisiones Obreras considera que los estudios periciales demuestran que "no hay motivo para mantener abiertas estas instalaciones". El sindicato cree que para corregir las deficiencias destacadas por los técnicos judiciales "habría que aumentar los costes de una planta que, al principio, iba a costar 13.000 millones de pesetas y que, tras introducir mejoras tecnológicas (que no han resultado efectivas), costaba ya 17.000 millones".CC OO remacha: "Cabe denunciar la actitud que viene manteniendo el Ayuntamiento de Madrid, basada en la falsedad continuada de la realidad. Primero decían que las dioxinas eran inocuas, y no era verdad; luego, que controlaban bien las dioxinas y la toxicidad de las cenizas, y se ha demostrado que no es cierto lo que afirman".

Por su parte, la concejal Nicasia de la Cruz, responsable de los temas de Medio Ambiente del grupo municipal de IU, asegura que "el informe es importante porque reconoce los riesgos y la inseguridad de la planta incineradora de forma inequívoca y pone de manifiesto que el Ayuntamiento expone a peligros la salud y el medio ambiente". Coincide con CC OO en que "es necesario cerrar la incineradora".