ONG especializadas en tráfico de mujeres denuncian el aumento de abusos en el servicio doméstico en Europa
Más de 70 organizaciones no gubernamentales han acordado en la ciudad holandesa de Noordwijkerhout la creación de una red europea para luchar contra todas las formas del tráfico de mujeres. Tras una reunión de tres días, redactaron también un documento que será presentado a la conferencia ministerial que se celebrará los días 24 y 25 en Amsterdam. El tráfico de mujeres es uno de los puntos de la agenda de Holanda, que este primer trimestre ostenta la presidencia de la Unión Europea.En el documento acordado, se ha incluido por primera vez como tráfico de mujeres, además de los casos de explotación sexual, los abusos en el servicio doméstico y el comercio de novias. Según las ONGs, se debe entender que hay tráfico cuando haya reclutamiento y/o transporte de mujeres en el que intervenga cualquier forma de coacción incluyendo abuso de autoridad o de posición dominante. El documento pide a los gobiernos que reconozcan todas las formas y atajen el problema en su raíz: la pobreza.
"Los abusos en el servicio doméstico, en muchas ocasiones entre el cuerpo diplomático, son cada vez más habituales en países como el Reino Unido, Alemania y España", señala Marjan Wijers de la Fundación contra el Tráfico de Mujeres de Holanda, organizadora de la conferencia.
Según un informe realizado por la fundación para el relator especial de Naciones Unidas sobre la violencia contra las mujeres, las agencias, matrimoniales, en las que los hombres escogen entre fotografías de mujeres del Tercer Mundo a la que va a ser su esposa, es una práctica en tendencia ascendente, cada vez más habitual en Alemania y en la que se aprovecha a menudo la falta de conocimiento y cultura de la mujer. Las redes de la práctica tradicional de tráfico en Europa que desemboca en la prostitución forzada, ya no se nutre de africanas y latinoamericanas como en los años ochenta. "Las mujeres en los países del Este son ahora más fáciles de trasladar, más baratas y sobre todo más blancas, lo que dificultad su identificación en los países occidentales", explica Wijers.
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