La muerte violenta de cuatro palestinos acentúa el abismo entre Israel y sus vecinos
Cuatro palestinos perecieron violentamente ayer en Gaza y Cisjordania mientras el conflicto entre Israel y sus vecinos se magnificó en el plano político con un agrio intercambioentre los líderes de Egipto y el Estado hebreo. Fuentes oficiales dijeron que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha decidido mantener su proyectado viaje a Washington el lunes. Ello hace que no se borren del todo las perspectivas de una reunión con el presidente palestino, Yasir Arafat, que la diplomacia de EE UU está tratando febrilmente de organizar para evitar el colapso total del proceso de paz en Oriente Próximo.
La muerte de los cuatro palestinos añadió combustible a la furia de los chavales que desde hace dos semanas combaten contra el Ejército israelí en las principales ciudades de Cisjordania, escenario de dos de las muertes de ayer. En las inmediaciones de Hebrón, Kamel Zaro, de 21 años, fue abatido a tiros por centinelas de un puesto militar israelí. Haitam Mansur, de 20 años, cayó fulminado cuando tropas israelíes abrieron fuego contra manifestantes armados de piedras a la entrada de Nablús.Pero eran las otras dos muertes, las registradas en Gaza, las que provocaron nuevos misterios y furibundas acusaciones entre Arafat y Netanyahu. Un palestino con el torso forrado de explosivos se inmoló prematuramente a cien metros del asentamiento judío de Netzarím. en una operación que Israel sostiene tenía como objetivo hacer saltar por los aires un autobús repleto de escolares. No hubo víctimas israelíes en la explosión de las siete de las siete de la mañana.
Quince minutos más tarde, otra explosión despedazó a un palestino cerca del asentamiento judío, de Kfar Darom. Un testigo entrevistado, por corresponsales en Gaza dijo que la deflagración fue provocada por una granada lanzada desde un jeep del Ejército israelí. Cinco palestinos que viajaban en un taxi y en un carromato tirado por un asno resultaron heridos en ese incidente.
Israel desmintió esa versión, defendida ardientemente por Arafat. "No creo que sea una mera casualidad el hecho de que desde que Arafat dio luz verde a las organizaciones terroristas se hayan registrado cuatro o cinco intentos para matar israelíes, uno de ellos desafortunadamente letal", declaró David Bar Ilán, el portavoz jefe de Netanyahu.
Para el Gobierno israelí, los "dos nuevos atentados suicidas" constituyen, una prueba de que el Gobierno de Arafat (que sólo controla dos tercios de la franja) es incapaz de frenar el terrorismo. El Gobierno de Arafat admitió que el primer hombre llevaba una bomba, pero dijo que Israel, con su política expansionista en Jerusalén y el cierre de los territorios palestino, está creando el clima propicio para actos terroristas.
Por primera vez desde el estallido del conflicto con la construcción de un nuevo barrio judío en la colina de Yabal Abu Ghneim, en las afueras de Jerusalén, los colonos judíos de Gaza y Cisjordania están formulando llamamientos para que el Ejército retome los territorios que dejó en virtud de los, tratados de Oslo de 1993. "Lo primero que tenemos que hacer es meter al Ejército y destruir las bases terroristas", dijo Yekhiel Leiter, portavoz del consejo que aglutina a los aproximadamente 130.000 colonos judíos atrincherados en tierra árabe y en medio de dos millones de palestinos en Cisjordania y Gaza.
"¡Por Alá!, ésta es la peor situación desde 1977!", declaró el presidente egipcio, Hosni Mubarak, en una entrevista con el diario israelí Maariv. "Habéis conseguido asustar a todo el mundo. Las relaciones entre Israel y el mundo árabe nunca han sido tan malas. Nos habéis empujado a una situación sumamente, difícil", agregó utilizando un tono ácido sin precedentes.
Netanyahu, que acusa a Egipto de fomentar la "violencia diplomática" contra Israel, dijo que el Gobierno de Mubarak se ha embarcado en una campaña de "incesante calumnia, insulto e incitación ocntra Israel y el jefe de su Gobierno".
Mientras el movimiento islámico Hamás, autor de varios atentados suicidas en el pasado, incluyendo el de Tel Aviv del 21 de marzo, en el que murieron tres mujeres israelíes, negó ser responsable de los supuestos atentados suicidas de ayer, la Yihad islámica reivindicó los dos atentados frustrados en Gaza.
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