Las sanciones de 22 países árabes contra Israel socavan el futuro económico de Oriente Próximo
Como la paz es buena para los negocios, pero depende de la diplomacia, empresarios y políticos árabes e israelíes escudriñaban ayer, preocupados, el horizonte de Oriente Próximo tras la decisión árabe de aplicar sanciones económicas contra Israel para que su primer ministro derechista, Benjamín Netanyahu, dé marcha atrás en Jerusalén y abandone las promesas electorales que lo llevaron al poder en mayo. "De momento, más que otra cosa, es una guerra de nervios. El problema es que todos están demasiado nerviosos" comentó anoche un diplomático occidental analizando los efectos de la decisión de "congelar" vínculos comerciales con Israel adoptada por los 22 miembros de la Liga Árabe el lunes en El Cairo.
La resolución, que Netanyahu ha descrito como una "absurda" e inútil conjura foránea para derribar su Gobierno, era celebrada ayer en El Cairo como una expresión de "unidad árabe" y de "monolítica solidaridad" con los palestinos.Eso, sin embargo, está por verse. La monarquía prooccidental de Qatar, el principal pilar de la estrategia israelí para conquistar amigos en el golfo Pérsico y potencial proveedor de gas natural al Estado hebreo, abrió ayer una brecha en el nuevo frente de rechazo anunciando que necesita tiempo para "estudiar" el cierre de la oficina comercial israelí en su capital, Doha. "Aún no hemos tomado una decisión", dijo un portavoz qatarí.
Expertos israelíes sostienen que si bien el Estado hebreo se ha beneficiado de la "primavera diplomática" con sus vecinos árabes desde la conferencia de Madrid en 1991, su valor tiene que ser visto desde el punto de vista psicológico. "El proceso de paz abrió las puertas para los negocios, pero sobre todo derribó la muralla psicológica", comentó ayer un dirigente de la Cámara de Comercio de Tel Aviv.
El boicoteo árabe se remonta a la década de los años veinte y treinta, cuando los árabes de la Palestina histórica trataron en vano de bloquear la creación del Estado de Israel. Adquirió impulso cuando Israel nació como nuevo Estado en 1948, pero se burocratizó hasta llegar a una virtual autoeliminación tras la derrota árabe de 1967. Cuando los árabes declararon la defunción del boicoteo, hace dos años, el único vestigio de voluntad punitiva árabe era una destartalada oficina en el Ministerio de Finanzas sirio.
La resolución del lunes no obliga a Egipto, que pactó la paz con los israelíes en 1979, ni a Jordania, que hizo lo propio en 1994, a romper relaciones diplomáticas. Pero no sólo paraliza intentos israelíes de consolidar contactos con Marruecos, O,mán, Túnez y Mauritania, sino que se añade al clima de hostilidad popular hacia Israel. En Jordania, donde la oposición islámica exige una ruptura total de relaciones, el coche de un diplomático israelí fue atacado por desconocidos armados con palos. La familia del soldado que mató a siete escolares israelíes el mes pasado ha recibido generosas donaciones de Kuwait y Libia. Mohamed Heikal, quizá el más respetado analista político de Egipto y ex asesor del difunto rais Gamal Abdel Nasser, proclamó su "respeto" hacia el palestino suicida que mató a tres israelíes en Tel Aviv el 21 de marzo. En El Cairo, millares de manifestantes antiisraelíes y antinorteamericanos tomaron las calles la semana pasada para condenar a Netanyahu, y la presión palestina para que Jordania adopte una postura más contundente va en aumento.
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