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CATÁSTROFES FERROVIARIAS

El exceso de velocidad, posible causa del accidente del Talgo en Azuqueca

El accidente del Talgo en Azuqueca de Henares (Guadalajara) a las 4.28 horas de la madrugada de ayer, en el que murieron una pasajera y un empleado, y resultaron heridos veinticinco viajeros, pudo haber desencadenado una tragedia similar a la de Navarra. No fue así debido a que el tren, con capacidad para más de 400 personas, transportaba sólo 54, más ocho empleados de Renfe. Técnicos de la compañía estudian la caja negra del convoy para indagar las causas del accidente, atribuidas, como en Navarra, a un exceso de velocidad.

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Juan Antonio Taravillo vive y padece el ferrocarril: su casa se encuentra a poco más de cinco metros de los andenes de la estación de Azuqueca. A media noche escuchó un fuerte golpe que le levantó de la cama. "Era un crujido tremendo, como si cayeran piedras. Creí que estaba soñando pero pronto escuché a gente gritar. Me levanté y vi por la ventana cómo un tren estaba despanzurrado en la vía y algunas personas salían pidiendo ayuda", relató Taravillo.La máquina del Talgo se había salido de la vía y continuó desplazándose sin control hasta que fue a parar a un solar de una fábrica de vidrio próxima. Los 19 coches restantes formaban un acordeón a lo largo y ancho de toda la estación y los primeros vagones se encontraban volcados y atravesados. "Había personas atrapadas que no sabíamos si estaban bien o mal. Así que bajé a la calle, me topé con un viajero herido apoyado en un pilar y le llevamos a un hospital de Alcalá en un taxi que se había acercado hasta la estación", añade José Antonio.

Decenas de vecinos de Azuqueca hicieron lo mismo, destaca su alcalde Florentino García, quien califica también de "modélicas" las labores de rescate. Los que viajaban en los vagones delanteros y en los coches-cama salieron despedidos y se golpearon contra asientos, techos o literas. De estos últimos provienen la mayoría de los heridos.

Las fuerzas de socorro, llegaron muy pronto al lugar del siniestro. La Cruz Roja envió 16 ambulancias y el 061 del Insalud trasladó seis UVIS móviles para desplazar a los heridos a los hospitales de Alcalá y Guadalajara. También acudieron fuerzas de la Guardia Civil, autoridades de todas las administraciones y equipos de Renfe con cuatro grandes grúas que iniciaron la tarea de dejar expedita la estación a media tarde.

Renfe dispuso autobuses entre Guadalajara y Alcalá y desde allí se continuaba el viaje en tren hasta Madrid. Se estima en 45.000 los viajeros afectados indirectamente por el accidente.

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El portavoz de Renfe, Jesús Torre Franco, dijo desconocer si el accidente estaba relacionado con un problema en el cambio de agujas, como en un principio se comentó al haber descarrilado la máquina a la entrada de la estación. Las otras causas que se barajan son el exceso de velocidad o un tramo de la vía en mal estado. El secretario de Estado de Comunicaciones, Joaquín Abril Martorell, manifestó que se había logrado sacar de la máquina la caja negra, (un tacómetro que registra las paradas, la velocidad de desplazamientos de la locomotora), y que "será a partir de su análisis cuando se pueda establecer lo ocurrido".

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