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Y el de Guadarrama, ¿qué?

En 1992, la entonces Consejería de Cooperación dictó unas normas para proteger el curso medio del río Guadarrama. Esta normativa obligaba a que cualquier operación urbanística o construcción en la zona tuviera el visto bueno de la Comunidad. ¿El fin? Evitar que las edificaciones tomasen la zona antes de que el Gobierno regional declarase oficialmente el Guadarrama zona protegida. Algo que, por cierto, no ha hecho. Esta zona natural iría, siguiendo el cauce del río desde Torrelodones hasta El Álamo.Como ni el Gobierno socialista de Joaquín Leguina, ni el de Alberto Ruiz-Gallardón han tomado las medidas legales para convertir el parque en una realidad, diez asociaciones ecologistas han acudido al fiscal de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia. Acusan al Gobierno regional "de dejadez administrativa".

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Los ecologistas han pedido a los ayuntamientos atravesados por el futuro parque que apoyen la llamada de atención que piensan dar a la Comunidad por no haber "metido mano" al decreto de 1992 que ordena la protección preventiva para el curso medio del río Guadarrama y su entorno. Los consistorios que han de pronunciarse son: Galapagar, Torrelodones, Brunete, Las Rozas, Majadahonda, Boadilla, Villaviciosa, Móstoles, El Álamo y Sevilla la. Nueva. El de Móstoles, con gobierno formado por socialistas e IU, ha sido el primero."Lo dificil", reconoce Javier Zarzuela, de la asociación ecologista Galápago, "es arrancar el mismo compromiso de los Ayuntamientos que están gobernados por el PP, pero confiamos en que estudien la documentación que les aportamos y se den cuenta de las bonanzas de crear este parque". En todos los pueblos afectados, menos Móstoles, gobierna el PP.

Chabolas ilegales

El río padece problemas distintos según el municipio que atraviesa, a juicio de los ecologistas: en Galapagar, la zona granítica por la que discurre el cauce impide la proliferación de asentamientos de chabolas ilegales. Sin embargo, se vierten sustancias perjudiciales para el agua procedentes de granjas y plantas de lavado de minerales.Por su parte, Torrelodones no dispone de depuradora por lo que el río se traga todos los residuos que proceden de las 25.000 viviendas de la zona. En Boadilla del Monte, la extracción de áridos afecta al cauce.

Los ecologistas han solicitado que se incluya dentro del área protegida a un bosque centenario de encinas, a pesar de que se encuentra algo alejado del río.

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Villaviciosa de Odón y Móstoles sufren el problema de los asentamientos ilegales de chabolas a lo largo de las orillas, hasta El Álamo, donde la extracción de áridos vuelve a ser el principal motivo de degradación del río.

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