Perú espera ya el fin de la crisis de la embajada

Aunque sin confirmación oficial, una solución pacífica de la crisis de los rehenes parece más cercana que nunca, a juzgar por las insinuaciones gubernamentales en ese sentido, el optimismo de Japón y Bolivia, el probable indulto encubierto de presos del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) y la indignación del diario El Expreso, muy ultra en asuntos de terrorismo. "¡El Perú dice no a la claudicación!", advierte en un editorial de portada a cinco columnas. "Ningún terrorista preso debe ser liberado".

A ningún terrorista quiere liberar el presidente Alberto Fujimori, pero la agobiante presión japonesa en demanda de un acuerdo rápido y sin sangre, y el aguante del comando del MRTA atrincherado con 72 rehenes desde el pasado 17 de diciembre en la residencia del embajador nipón en Lima, le obligan a las cesiones.Continúan los contactos entre todas las partes implicadas en el hilván del acuerdo , y se atan los muchos cabos pendientes para evitar su descarrilamiento. Sabiéndose en sintonía con muchos peruanos, El Expreso propuso poner plazo a la intransigencia del jefe emerretista, Néstor Cerpa Cartolini, y asaltarle si no afloja.

Declaraciones presidenciales tenidas antes por ociosas o efectuadas a piñón fijo cobran estos días contenido porque encajan con otras oficiales de enjundia, y no desmienten la solución negociada ofrecida por el Comité Internacional de la Cruz Roja, Canadá, Japón y el Vaticano, miembros de la Comisión de Garantes.

El delegado del Ejecutivo en la comisión se distanció temporalmente de las reuniones con el MRTA para facilitar la discusión de algunos puntos difíciles de conciliar en su presencia. "Que la Semana Santa sea propicia para que el respeto por la paz, la vida y la libertad se imponga", pidió Fujimori durante la inauguración de una obra pública. "Abrigamos la esperanza de que los 72 rehenes, a quienes les reiteramos nuestra permanente solidaridad, retornen al seno de sus hogares, sanos y salvos". [El presidente recibió ayer la buena noticia de que la Corte Superior de Justicia de Lima había rechazado el fallo del Tribunal Constitucional que le impedía ser candidato a la reelección en el año 2000, informa Efe.

Propicio es el momento, pues los cien días de asedio pasan factura a todos: Cerpa Cartolini ya no insiste en la excarcelación de todos y cada uno de los más de 440 compañeros presos, Cuba y Santo Domingo aceptaron asilar al comando, y la mayoría gubernamental en el Parlamento apoyaría legislativamente el arreglo en ciernes. La oposición, por otra parte, no obstaculizará la amnistía o el compromiso legal de no procesar a Cerpa y sus hombres, así como la liberación de reclusos del MRTA sin delitos de sangre o con condenas injustas.

Esperanzas bolivianas

El Gobierno de Bolivia, cuyo embajador en Lima, Jorge Gumucio, figura entre los rehenes, aguarda esperanzado un pacífico desenlace porque fue informado de su proximidad por el Gabinete peruano. Las partes en conflicto han "flexibilizado" sus posiciones, destacó el embajador interino, Eloy Ávila. "Hemos llegado a un camino pata la solución. Luego de las conversaciones del lunes o martes próximos, quizás tengamos algo que festejar".La Comisión de Garantes ultimará en Semana Santa el documento con los puntos aparentemente aceptados por las partes, que incluyen: excarcelación de presos del, MRTA que no pertenecen a su dirección, punto todavía en discusión al constituir el meollo del problema; liberación de Nancy Gilvonio, esposa de Cerpa; entrega de dinero a los secuestradores, desembolsado por el Gobierno de Japón y empresas de esa nacionalidad; revisión de las condiciones carcelarias sufridas por los reos de terrorismo, y asilo en el exterior. En una próxima reunión, este proyecto de acuerdo será sometido formalmente a la consideración del Gobierno.

Mientras tanto, un comité seleccionado por los, garantes visita las prisiones para observar la situación de los presos del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA). Ayer viajó al penal de Yanamayo, donde cumple condena, entre otros, Miguel Rincón, fundador del grupo procastrista. El equipo, cuya identidad se mantiene en reserva, tenía previsto visitar asimismo la inhumana Base Naval de El Callao, que aloja al también miembro fundador y número uno del MRTA, Víctor Polay. El comité ya inspeccionó el presidio Miguel Castro Castro, con más de un centenar de emerretistas, y la cárcel de mujeres de Chorrillo.