En la mesa desde abril

El apoyo parlamentario estable al Gobierno, cuyas bases sentó ayer la cumbre entre el Ejecutivo y el PNV, no es una novedad. Aznar lo planteó a Arzalluz cuando suscribió el pacto de investidura en abril. El jueves, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, se lo volvió a plantear al portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti.Esta vez, el PNV está dispuesto a comprometerse si el Gobierno cumple lo acordado en abril: concierto económico y Estatuto de Gernika. La garantía de estabilidad del PNV al Gobierno no depende de las vicisitudes de la lucha antiterrorista sino de lo que considera la principal singularidad de la autonomía vasca: el concierto económico. A su lado, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, gran ausente de la reunión de ayer, cuenta poco.