El Gobierno y el PNV pactan las bases de un acuerdo para toda la legislatura
El jefe del Gobierno, José María Aznar, acordó ayer las bases de un pacto de legislatura con el lehendakari José Antonio Ardanza y el presidente del PNV, Xabier Arzalluz a cambio de un espaldarazo político al Concierto Económico vasco y un compromiso de traspasos de las 41 competencias reclamadas por ese Parlamento autónomo en octubre de 1995. La incorporación a la reunión del ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, primero, y del vicepresidente Francisco Álvarez Cascos, después, confirmó la dirección de las negociaciones. Aznar, Arzalluz y Ardanza estudiaron también fórmulas para "pactar la discrepancias" en política antiterrorista ante la imposibilidad de acuerdo sobre el diálogo con ETA.
Cuatro horas y media duró la reunión que sirvió, según comunicó oficialmente La Moncloa a su término, para "restablecer el clima de confianza que originó el pacto de investidura", en abril de 1996. El encuentro entre Aznar y Arzalluz se transformó en una reunión a cuatro con amplio contenido político y en dos secuencias. De 7 de la tarde a 9,30 estuvieron reunidos, además de Aznar, Arzalluz y Ardanza, el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy. A las 9,30, momento en que se inició una cena que se prolongó hasta las 11,30 de la noche, Álvarez Cascos sustituyó a Rajoy. No había precedentes de una cumbre de este nivel entre el Gobierno y el PNY. Ni siquiera Aznar se había entrevistado al alimón con Ardanza y Arzalluz.El encuentro no se limitó a limar las aristas de los enfrentamientos entre el PP y el PNV a lo largo de las últimas semanas, desde que el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, se negó a recibir a la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco que pretendía presentarle un plan de acercamiento de los presos de ETA a Euskadi. La tensión llegó al máximo por las declaraciones de Arzalluz al diario Le Monde en las que acusaba a Aznar de estar rodeado por un entorno de extrema derecha, y también por las acusaciones del PNV a Mayor tras la polémica detención del etarra Fernando Elejalde.
En la primera parte de la reunión, tanto Arzalluz como Ardanza pusieron el acento en renovar el compromiso de los pactos entre el PP y PNV de abril pasado que facilitaron la investidura de Aznar -Concierto Económico y desarrollo del Estatuto de Gernika- a cambio de un apoyo de estabilidad al Gobierno para toda la legislatura. La representación del PNV aclaró que la clave de su apoyo al Gobierno está en el cumplimiento de los compromisos pactados y no en los desacuerdos en la lucha antiterrorista, un asunto que no figuraba reglado en los pactos de investidura.
La presencia de Rajoy en la primera parte de la reunión permitió un repaso detallado de la situación de los pactos en materia de concierto económico y de desarrollo del Estatuto de Gernika que, según destacó la representación del PNV, no se han cumplido adecuadamente cuando hace casi un año que se pactaron. Ayer, arrancaron de Aznar el compromiso de desbloquearlos a cambio de la renovación de su apoyo a la estabilidad al Gobierno.
En el caso del concierto económico, la negociación entre el vicepresidente de Economía, Rodrigo Rato, y el vicelehendakari, Juan José Ibarretxe, estaba estancada ante la pretensión del ministro de elevar la aportación vasca a las cargas generales del Estado, esto es, el índice del 6,24% del llamado Cupo vasco. Esta cuestión había encallado una negociación muy adelantada en la que ya existían acuerdos previos sobre la cesión de los impuestos especiales al País Vasco, así como su capacidad normativa total sobre el IRPF.
Además, Arzalluz y Ardanza consiguieron que Aznar renovara el compromiso de traspaso de la formación continua al País Vasco, recogido en los pactos de abril. Asimismo, acordaron pactar un calendario para los 41 traspasos reclamados por el Parlamento vasco en octubre de 1995 -el más importante es el del Inem- para culminarlo esta legislatura.
En la segunda parte de la reunión, con la participación de Álvarez Cascos, repasaron la situación del País Vasco y las relaciones entre el PP y PNV. Ardanza y Arzalluz expresaron su malestar por la política penitenciaria del ministro del Interior, así como ante el diálogo con ETA. También trasladaron su resquemor por las declaraciones del presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz. No pidieron dimisiones.Aznar y los dirigentes vascos constataron las dificultades para acordar la política antiterrorista ante las distintas premisas de partida, pero estudiaron fórmulas para evitar sus discrepancias lleguen a enquistarse. También acordaron reforzar la coordinación parlamentaria entre ambos grupos, que sigue resintiéndose.
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