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REUNIÓN EN HELSINKI

Inquietud y alivio en las tres repúblicas bálticas

Los líderes de Estonia, Letonia y Lituania, las tres repúblicas bálticas, ex territorios soviéticos, digieren con ciertas dificultades las contradictorias declaraciones procedentes de la cumbre de Helsinki, pero al menos en esta capital no se ha producido lo que tanto se temía, una nueva Yalta que les dejara bajo la zona de influencia rusa.En sus declaraciones antes de regresar a Washington, la nueva secretaria de Estado, Madeleine Albright, declaró que la cuestión de los bálticos estuvo presente durante las sesiones de trabajo de Clinton y Yeltsin. "El presidente Clinton insistió de forma categórica en que la OTAN mantendrá sus puertas abiertas a todas las economías del libre mercado sin excepción", agregando que la primera ola de la ampliación de la Alianza Atlántica no será la única, pero se limitó a decir que es muy difícil fijar plazos para cualquiera de los futuros miembros.

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Horas antes, el influyente consejero de Yeltsin y vicepresidente del Instituto de Europa, Sergei Karaganov, hizo públicas durísimas declaraciones contra las pretensiones bálticas. "Creo que una futura ampliación de la OTAN debería circunscribirse a países estables. Yo, que soy amigo de los bálticos y de Ucrania, creo que esta estúpida discusión debería terminar".

En las tres pequeñas repúblicas bálticas hay importantes minorías rusohablantes y Moscú las ha considerado como "extranjero cercano". "La ampliación [de la Alianza] hasta esas repúblicas crearía una zona gris entre Rusia y Europa y podría ser la semilla de futuros conflictos", aseguró Karaganov.

Durante la cumbre hubo manifestaciones de estudiantes bálticos en favor de la integración de sus países a la Alianza Atlántica. La suerte de las tres pequeñas repúblicas también será tema de conversación en la cumbre bilateral que hoy celebrarán Borís Yeltsin y el presidente de Finlandia, Martti Ahtisaaria. Los finlandeses, al igual que los suecos, han agotado el papel de padrinos en los esfuerzos de los bálticos para integrarse en las instituciones occidentales.

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