30 años de 'Cien años de soledad'
La legendaria novela de Gabriel García Márquez, traducida a 37 idiomas, ya es un clásico
Celebra este año Gabriel García Márquez todos los cumpleaños posibles, aunque quizá alguno no le guste demasiado. Por ejemplo, el suyo: 70 años el pasado jueves (María lo que fuera por tener 50"). Treinta son los de Cien años de soledad y 50 los de la publicación de su primer relato, Ojos de perro azul Para los amantes de fechas y aniversarios, uno más hace 15 años, el escritor colombiano obtuvo el Premio Nobel de literatura. En 1961, Gabo publicó una gran novela, El coronel no tiene quien le escriba. No pasó nada. Seis años después, estalló, ¿se puede decir de otra manera?, Cien años de soledad. Fue la revolución. Conmocionó a unos pocos "conocedores" que la apoyaron a muerte, pero obre todo, lo más importante, conquistó los lectores. Y nació la leyenda.
Es tan especial este hombre que confunde a medio mundo. ¿Nació el 6 de marzo de 1928 o el 6 (le marzo de 1927? Los guardianes de los datos juran que fue en 1928. Así consta, además, en Garcia Márquez, historia de un deicidio, de Mario Vargas Llosa, y también en el diccionario de autores españoles e iberoamericanos de Alianza. Los que conocen a Gabo aseguran que fue en 1927. ¿Qué pasa? ¿El Nobel se quiere quitar un año? Nada de eso. En la ciudad colombiana de Ciénaga, al igual que Aracataca (donde nació el escritor) situada en el departamento de Magdalena, ocurrió, en 1928, la terrible Matanza de Bananeras. Y eso es parte de Cien años de soledad y también de la propia historia de García Márquez. Cuenta la leyenda que este hombre tan mágico y fetichista dijo alguna vez que había nacido, o quizá que le hubiera gustado haber nacido, ese año para no olvidar nunca lo que sucedió.Esa leyenda que desencadenó Cien años de soledad no puede ocultar algunos datos. ¿Cuánto ha vendido? Su agente literaria y mejor amiga, Carmen Balcells, es poco partidaria de hablar, y menos de hablar de números. Todo indica, no obstante, que ha sido traducida a 37 o 38 idiomas y que se han vendido unos 25 millones de ejemplares; si se les suma las numerosísimas ediciones pirata, se llegaría a los 30 millones de copias. De Diatriba de amor contra un hombre sentado, un monólogo teatral, se sabe que, sólo en los primeros cuatro o cinco meses, vendió aIrededor de 60.000 ejemplares. Del último, Noticia de un secuestro, se hizo una tirada inicial de 150.000 ejemplares y antes de estar distribuidos se reimprimieron otros 100.000. Cómo se cuenta un cuento, una docena de relatos producto de su trabajo en el Taller de Cine de La Habana, ha estado muchos meses en la lista de más vendidos.
Y todo eso empezó con Cien años de soledad. Antes había publicado tres novelas: La hojarasca, (1955), la breve y extraordinaria El coronel no tiene quien le escriba (1961) -para muchos expertos, al mismo nivel que Cien años...- y La mala hora (1962), más el libro de relatos Los funerales de mamá grande. Las tiradas no pasaron de los 3.000 ejemplares y de alguno de ellos sólo se vendieron 1.000. Gabo tenía en la cabeza una historia sobre su infancia, sobre lo que había vivido y lo que le habían contado. No sabía cómo afrontarla y, además, no había dinero para dedicarse a ella. Cómo surgió finalmente es parte de la leyenda, pero también de algunos trabajos. Uno de los más completos, quizá el que más, es la biografía que ha escrito el periodista y ensayista colombiano Dasso Saldívar, García Márquez. El viaje a la semilla (Alfaguara), que se publicará en España este mes. Obsesionado por saber quién es realmente el hombre que escribió Cien años de soledad, Saldívar ha dedicado -más de cinco años a investigar exhaustivamente su contexto histórico, social, cultural y familiar. Fascinará a los lectores que quieren saberlo todo de su autor favorito.
Es tanta la pasión que la novela y su creador provocan, que Saldívar, al igual que antes hizo Vargas Llosa, intenta establecer exactamente en qué momento la empieza a escribir y cuándo aparece la idea. Gabo ha contado en parte la historia, de manera desperdigada, entre otros, a sus alumnos de periodismo.
La casa de los Buendía. Apuntes para una novela es el título de un artículo que García Márquez publicó el 3 de junio de 1954 en una revista de Colombia. En él está la madre del cordero, la historia que bullía en su cabeza desde siempre. Pasaron los años. Se exilió a México. Durante un viaje en coche, un Opel, desde la capital a Acapulco, con Mercedes, su mujer, y sus dos hijos, supo cómo podía contarla: "Como lo que me contaba mi abuela".
"Tenía la novela tan madura que hubiera podido dictarle, allí mismo, el primer capítulo palabra por palabra a una mecanógrafa", contó luego al periodista argentino Ernesto Schoo. Dicho y hecho. Dio media vuelta y le pidió a Mercedes que se hiciera cargo de la intendencia. Él se encerró en La cueva de la mafia, la pequeña habitación en que trabajaba. Pensó, que la acabaría en seis meses, pero le llevó más del doble. Se acabó el dinero y empeñó el coche. Luego, .Mercedes,, para poder enviar la novela al editor argentino Francisco Porrúa, renunció incluso a sus electrodomésticos favoritos, entre ellos el secador de pelo. Porrúa, de la editorial Sudamericana, creyó a tope en la novela: se imprimieron 8.000 ejemplares. Sorpresa: se agotaron en pocos días. Se hizo otra edición, y después varias más de 100.000 copias. Y una de las mejores novelas de esta mitad del siglo se convirtió en best seller.
Babelia
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