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El Gobierno español, aislado en su propuesta de confiscar los derechos adquiridos en televisión

La propuesta de Madrid es la más intervencionista de toda Europa

Xavier Vidal-Folch

El Gobierno español se ha quedado solo en la Unión Europea (UE) en su intento de aplicar la retroactividad a la obligación de emitir en abierto grandes acontecimientos deportivos. Esta pretensión, definida como "confiscatoria" en medios comunitarios, puede arruinar la reforma de toda la directiva Televisión sin Fronteras si no se alcanza un acuerdo. El Comité de Representantes Permanentes -Coreper, que reúne a los delegados de los Quince- afronta hoy una reunión que puede resultar tormentosa e incluso provocar el naufragio de la directiva, salvo acuerdo in extremis

El conflicto es doble. Alemania, que defiende la postura más liberal sobre las retransmisiones deportivas, mantenía ayer una reserva general contra la enmienda que permite establecer un coto reservado para la transmisión en abierto, aunque medios de la Comisión atisbaban la posibilidad de un cambio de postura.Por otro lado, el Gobierno español, en la posición más intervencionista, mantenía en solitario una reserva contra la palabra "adquiridos" en el siguiente texto: "Cada Estado miembro podrá requerir a las cadenas bajo su jurisdicción y que desde la fecha de la publicación de esta directiva tengan adquiridos derechos exclusivos" a que los ejerzan de forma que permitan el acceso general del público.La propuesta española en el grupo técnico preparatorio del Coreper fue sustituir esa expresión, "tengan adquiridos", por la de "adquieran" a partir de la publicación' de la directiva. Con ello, la norma sería retroactiva y se sentaría una base para: anular los contratos ya existentes.Todos los demás países se oponen. Pero quien lleva la voz cantante es Francia, precisamente una estrecha aliada de España en la política europea. París, ha anunciado ya que mantendrá su oposición activa a la pretensión española. Sostienen también su postura la Comisión y el servicio jurídico del Consejo, de Ministros. Para ambas instituciones "no existe precedente de ninguna directiva que tenga efectos retroactivos", por lo que "la reserva carece de alguna posibilidad jurídica de prosperar", según han manifestado a este periódico fuentes de aquellas. "España pretende restringir la adquisición de derechos, cuando la postura de la Comisión se limitaba a proponer la modulación de su ejercicio", añaden las fuentes del Ejecutivo comunitario.

Otras polémicas

El problema de la, reserva interpuesta por Madrid es que ha levantado, en la última reunión del grupo técnico, la caja de Pandora de otros aspectos polémicos de la directiva. Así, por, ejemplo, Suecia ha recordado que considera insuficiente la Protección que ésta otorga a la infancia frente a la publicidad de alcohol y tabaco. Bélgica ha aprovechado la ocasión para anunciar que votaría en contra, porque considera insuficientes las cuotas de protección al cine europeo. Si a ello se le suma la reserva general alemana, la reforma del texto corre el peligro de quedar bloqueada en el Consejo.

La propuesta de compromiso de la presidencia holandesa sobre el litigio de los eventos deportivos mejora el texto previo de la Comisión en un aspecto: el arbitraje que otorga a Bruselas para evitar abusos de Gobiernos que pretendan elaborar una lista infinita de acontecimientos a emitir obligatoriamente en abierto. Así, obliga a los Estados a notificar sus listas nacionales a la Comisión; concede a ésta un período máximo de tres meses para que dictamine si se trata de una lista proporcionada y compatible con el derecho comunitario; y ordena su publicación en el Diario Oficial. Pero lo empeora al olvidarse de que -como la Comisión dejaba bien claro- los acontecimientos excepcionales se producen, por propia definición, de manera infrecuente.

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