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Michavila dimite de la secretaría del Consejo de Universidades

Critica el freno y la parálisis de Educación

Francisco Michavila presentó el pasado día 24 su dimisión como secretario general del Consejo de Universidades a la ministra de Educación, Esperanza Aguirre. Responsabiliza al ministerio de la parálisis de los proyectos universitarios, la falta de apoyo a sus iniciativas y de un proceso de disgregación que "puede marcar negativamente, y quizás por bastante tiempo" el sistema universitario. "Debo proceder así", afirma, "porque el silencio puede interpretarse como aquiescencia, como dijo Miguel de Unamuno en un día memorable".

Francisco Michavila asegura que, en los últimos meses, ha venido percibiendo una clara falta de apoyo a las iniciativas que había emprendido desde que fuera nombrado por los socialistas secretario general del Consejo de Universidades, en 1995. "No puedo permanecer impasible ni aceptar la inercia como guía de nuestra actividad", afirma. "Creo que los tiempos que se avecinan exigen imaginación, diálogo e ideas nuevas. Mi percepción es que existe en la actualidad una carencia de estas condiciones". Se muestra impotente para modificar la actual situación.Michavila vio con temor la llegada del Gobierno del PP porque "podrían verse afectados los proyectos emprendidos: desviados unos, transformados o paralizados otros". "Desgraciadamente, al hacer un análisis al día de hoy de esos proyectos y de la situación general del Consejo, se confirma mi primera preocupación", añade Michavila, para quien estos proyectos "gozaban de amplio consenso entre los miembros del Consejo".

Michavila se pregunta si los obstáculos con los que ha tropezado en los últimos meses proceden del "desconocimiento o desorientación de los gobernantes ante los problemas concretos" y teme que esta política de inercia perjudique al sistema universitario en el futuro.

Proyectos

Entre las principales actuaciones de su corta trayectoria como responsable del Consejo están la aprobación y puesta en marcha del Plan Nacional de Evaluación de la Calidad de las Universidades, la revisión de los nuevos planes de estudios y la reforma del tercer ciclo universitario. Hizo también propuestas para mejorar el sistema de selectividad y para modificar, el catálogo de los bloques de materias denominados áreas de conocimiento.El Consejo de Universidades, en el que están presentes todos los rectores, los consejeros de Educación de las comunidades autónomas y miembros nombrados por el, Parlamento, es un órgano consultivo que aprueba propuestas dirigidas al ministerio y decide la modificación de cuestiones académicas.

Aunque siempre se manifestó al margen de cualquier partido, Michavila puso su cargo a disposición de los nuevos dirigentes de Educación en 1996, pero el nombramiento de Fernando Tejerina como secretario de Estado de Universidades le hizo concebir "nuevas esperanzas por su profundo carácter universitario y su calidad humana".

Nacido en Castellón en 1948, Francisco Michavila es ingeniero de Minas y fue director de la Escuela de Ingeniería de Minas de la Politécnica de Madrid entre 1984 y 1990, informa Adolf Beltrán. En 1991 fue llamado por el Gobierno valenciano, presidido entonces por el socialista Joan Lerma, para convertirse en el rector presidente de la nueva Universidad Jaume I, la tercera que se creó tras la promulgación de la Ley de Reforma Universitaria. Al frente de la nueva institución estuvo hasta que dimitió, en octubre de 1993, y regresó a su cátedra de Matemática Aplicada y Métodos Informáticos en Madrid, a la que se incorporará de nuevo.

Michavila subraya que su dimisión se debe exclusivamente al panorama descrito y no tiene ninguna conexión con la creciente tensión que vive el Consejo de Universidades a raíz de la creación de la nueva Universidad Miguel Hernández, en Elche, a partir de la segregación de centros como la facultad de Medicina de la Universidad de Alicante.

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