Corea del Norte festeja el cumpleaños de su líder entre el hambre y otra crisis con el Sur
Corea del Norte, el país más hermético del mundo, ensalzó ayer como a un dios a Kim Jong II, con motivo del 55º cumpleaños del Querido Líder, el hijo del fallecido fundador de la patria, el Gran Líder Kim II Sung. Sin embargo, los fastos de Pyongyang, reducidos a un modesto castillo de fuegos artificiales y una exhibición gimnástica infantil, se vieron muy ensombrecidos por la penuria alimenticia a causa de las inundaciones, la deserción -la semana pasada en Pekín- de un importante dirigente y el grave atentado -el sábado en Seúl- contra un sobrino de la ex esposa de Kim, quien a casi tres años de la muerte de su padre sigue sin ocupar la presidencia de la república y la jefatura del partido único.
Lee Han Young, de 37 años, sobrino de la antigua compañera del Querido Líder, se encuentra clínicamente muerto por los disparos que le hicieron tres desconocidos el sábado, en Seúl, cuando se dirigía al domicilio de un amigo, según informaron fuentes policiales.El Gobierno surecoreano acusó inmediatamente al norcoreano de ser el instigador del atentado y puso al Ejército y a la policía en estado de máxima alerta, al tiempo que aumentó la protección a los exiliados norcoreanos. Lee se encontraba en Corea del Sur desde 1982, pero no fue hasta el año pasado cuando se supo de su fuga del Norte. Su mujer explicó que últimamente se encontraba muy nervioso y que su ansiedad aumentó al enterarse de la noticia de la huida de Hwang Jang Yop, quien desde el pasado miércoles se halla recluido en las dependencias de la Embajada de Corea del Sur en Pekín.
Hwang, de 73 años, miembro del secretariado del Partido de los Trabajadores y considerado como uno de los ideólogos de la juché, la filosofía de autosuficiencia política y económica con la que Kim II Sung fundó hace medio siglo su régimen estalinista, es el más alto funcionario que ha desertado de Pyongyang hasta la fecha.
China se encuentra en una delicadísima situación diplomática y ha solicitado tiempo, y sobre todo calma, a las dos partes para poder resolverla. Su ministro de Exteriores se reunió el pasado viernes en Singapur, con el titular de esa cartera surcoreano, pero no logró solucionarla.
Pekín mantiene relaciones con las dos Coreas, pero se siente cada vez más atraído por el poderío inversor de Seúl frente a la mayor incomodidad que representa tener ahora como aliado político a Pyongyang, cuyo régimen se halla completamente aislado tras la suspensión de la ayuda económica de la extinta Unión Soviética.
Las autoridades chinas han reforzado la vigilancia en el entorno de la misión norcoreana para prevenir cualquier asalto por parte de agentes de Pyongyang o que funcionarios de la embajada pretendan sacar del país a Hwang sin previa autorización. El Norte acusa al Sur de haber secuestrado al alto funcionario. Sin embargo, éste afirmó en una carta difundida por Seúl que había decidido abandonar un país "que ha enloquecido".
"Si Hwang no regresa rápidamente a Corea del Norte no somos responsables de lo que le pueda suceder", afirmó ayer uno de los diplomáticos norcoreanos que montan guardia frente a la embajada. El funcionario dijo que su Gobierno no dudará en responder con violencia si el veterano dirigente es trasladado contra su voluntad a Seúl. Una señal de lo que puede ocurrir con el caso Hwang ha sido el grave atentado en Seúl contra el sobrino de la antigua mujer de Kim.
Pero mientras las autoridades surcoreanas ponían una vez más en estado de alerta a sus fuerzas de seguridad, Kim Jong II recibía ayer el homenaje de su pueblo para festejar su cumpleaños. "El Gran General Kim Jong II será creído absoluta, eterna y completamente como si fuera un dios", escribió el diario oficial Rodong Sinmun. "Los coreanos le consideran como su dios porque defiende el destino de la patria, la nación y el pueblo", sentenció el rotativo. Un castillo de fuegos artificiales y una tabla de gimnasia realizada por 10.000 niños fueron los únicos actos destacados de la efeméride.
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