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La suerte de 0. J. Simpson pende de un jurado mayoritariamente blanco

La mayoría blanca de Estados Unidos, la que siempre ha creído que O.J. Simpson mató a su esposa en un ataque de celos, esperaba ayer que las deliberaciones de las doce personas reunidas en una sala de un tribunal de Santa Mónica (California) les dieran satisfacción. El jurado, compuesto por siete mujeres y cinco hombres, era mayoritariamente blanco: nueve frente a un negro, un hispano y una persona que se describía a sí misma como mestiza. Ese hecho, y el que en este segundo juicio de Simpson no se requiriera la unanimidad del jurado sino tan sólo una mayoría de nueve de sus miembros, inducía a pensar en una sentencia contraria a la ex estrella negra del fútbol norteamericano. La creencia en la culpabilidad o inocencia de Simpson es una dé las grandes fracturas simbólicas entre los blancos y los negros de EE UU.El sentimiento de la minoría negra era ayer exactamente el contrario del de sus compatriotas blancos, lo que hacía temer a la policía de Los Ángeles protestas callejeras en caso de un pronunciamiento del jurado contrario a Simpson. Para la mayor parte de los negros, Simpson es inocente y las pruebas en su contra fueron colocadas por la racista policía de Los Ángeles.

Esta última fue la tesis de la defensa que triunfó en el primer juicio seguido contra Simpson. En octubre de 1995, tras ocho meses de un juicio seguido en Los Ángeles por el procedimiento criminal, un jurado compuesto mayoritariamente por ciudadanos negros no encontró culpable a Simpson del delito de asesinato en la noche del 12 de junio de 1994 de su ex esposa, Nicole Brown Simpson, y Ronald Goldman, un amigo de ella.

Las pruebas en su contra eran abundantes -manchas de sangre, restos de unos guantes, huellas de zapatos... y existían, además, testimonios de la violencia física a la que había sometido a Nicole durante el matrimonio y de los celos que le provocaban las aventuras sentimentales que, al igual que él, ella había tenido tras la separación. Pero la grabación de unas declaraciones racistas del inspector blanco Marc Fuhnnan permitieron a la defensa presentar el caso como una manipulación discriminatoria de la policía.

Aquel primer juicio fue seguido por el procedimiento criminal, que requiere una decisión unánime del jurado "más allá de cualquier duda razonable". El segundo, cuyo veredicto seguía esperándose al cierre de esta edición, comenzó el pasado octubre y ha sido seguido por el procedimiento civil, que requiere tan sólo que una mayoría crea que existen "evidencias" de responsabilidad.

Una de las paradojas del sistema judicial norteamericano permite que Simpson, que ya es para siempre jamás "no culpable" del asesinato de Nicole y Goldman, todavía pudiera ser declarado ayer "responsable" de las dos muertes. Si tal era la conclusión del jurado, el ex deportista no irá a la cárcel, pero deberá entregar una indemnización económica a los familiares de las víctimas. Éstos en ningún momento del segundo juicio han mencionado cifras, limitándose a declarar que lo importante para ellos era el reconocimiento por el tribunal de la "responsabilidad" de Simpson.

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