El Gobierno de Samper se siente afianzado en el poder tras el "narcoescándalo"
La canciller de Colombia vuelve a España, esta vez en visita oficial. Dejó hace tres años la Embajada de su país en Madrid para ocupar la cartera de Educación en el Gobierno de Ernesto Samper. Pero María Emma Mejía, de 43 años, tuvo que hacerse cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores el pasado julio, cuando Washington acababa de retirar el visado de entrada en EE UU al presidente colombiano en medio del narcoescándalo: el juicio al que se vio sometido en el Parlamento por la supuesta financiación ilegal de su campaña electoral con fondos del narcotráfico.Tras la exculpación de Samper en el Congreso, el pasado noviembre, Mejía afirma en Madrid, adonde llegó ayer tras una visita a las instituciones de la UE en Bruselas, que "Colombia ha sabido preservar su Estado de Derecho", y da a entender que el presidente se ha afianzado en el poder: "El Gobierno ha asumido la responsabilidad de terminar este mandato". La ministra de Exteriores destaca que ya "empiezan a oírse voces preelectorales", ante la recta final de presentación de candidaturas para las elecciones presidenciales de mayo de 1988. "Colombia no es un narcoEstado. Hemos tenido muy cerca al narcotráfico, y por eso estamos tan convencidos de que hay que erradicar ese mal. Pero solos no vamos a poder salir de este problema", advierte.
Mejía tiene previsto entrevistarse hoy con su homólogo español, Abel Matutes, antes de ser recibida por el presidente José María Aznar. La canciller resalta que en los últimos meses se han dinamizado las relaciones económicas entre ambos países con la presencia de tres grandes bancos españoles en Colombia: "Los más de 200.000 millones de pesetas de inversiones en 1996 son palabras mayores; pasamos de lo retórico, la relación histórica y cultural, a la praxis comercial y política".
Ante la nueva polémica entre Washington y Bogotá por la designación de Guillermo González Mosquera como ministro de Defensa -a quien el embajador norteamericano Myles Frechette considera relacionado con el narcotráfico-, Mejía reitera que, "a pesar de algunos altibajos, la lucha contra la droga es lo que más une a Colombia, uno de los principales productores del mundo de narcóticos, con Estados Unidos, primer consumidor mundial". Pero advierte: "Colombia no debe rendir cuentas a ningún país".
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