Apel y Lipovetsky proponen en Valencia una ética de responsabilidad
Gilles Lipovetsky, uno de los mejores analistas del individualismoen las democracias avanzadas, reclamó ayer, en el congreso Los desafios del III Milenio, un nuevo contrato social y un "individualismo responsable". A la responsabilidad se refirió también Karl Otto Apel, que justificó su teoría de inspiración kantiana sobre la posibilidad de una ética universalizable y complementaria de las distintas formas de vida y sus valores.Era "una mesa de lujo", como destacó en su presentación la catedrática de Ética de la Universidad de Valencia Adela Cortina, moderadora del debate. José Luis Abellán apuntó cómo ha cambiado nuestra relación con el tiempo. Si en la Edad Moderna se privilegió el pasado, la memoria y la tradición, ahora el interés prioritario se enfoca hacia el presente. Según Abellán, el fenómeno obliga a introducir, junto a la globalidad, la idea de "simultaneidad".
Lourdes Pintasilgo, ex primera ministra de Portugal, advirtió sobre tres problemas interdependientes: la superpoblación, la pobreza y el deterioro del entorno. "No hay libertad donde la gente se muere de hambre", dijo.
Exclusión social
Lipovetsky señaló que la perspectiva pesimista de "una sociedad sin alma" es sólo una de las caras del individualismo contemporáneo. Reivindicó un "individualismo responsable" y dijo que "la contradicción fundamental no es la explotación económica sino la exclusión social" que genera una masa de individuos sin derecho a ser útiles a la sociedad. Eigi Hatton, asesor de la Unesco, criticó el colonialismo económico o político y defendió para el siglo XXI los valores transversales. "La palabra clave", dijo, "es la diversidad de las culturas".El alemán Karl Otto Apel explicó que a la "irreversible" mundialización de primer orden (tecnológica, económica y comunicacional) hay que añadir un segundo orden de la globalización, basado en la conformación de un ethos mundial compartido por todos. La tarea para el tercer milenio, sobre todo para los filósofos, es, según Apel, la de construir "una moralidad unitaria de justicia y responsabilidad". Apel dijo que esa ética de la responsabilidad debe plantearse desde una perspectiva "complementista" para "resolver la tensión entre particularismo y universalismo".
Por la tarde, el abogado Antonio Garrigues Walker abrió el debate en la mesa redonda titulada Mundialización y economía afirmando que "el hombre será capaz de humanizar la globalización económica". Garrigues se mostró convencido de que, al igual que el hombre ha absorbido en el pasado cambios inimaginables entonces, la humanidad no está en la actualidad "ni profundamente mejor, ni profundamente peor". "Tenemos que generar la sensación", añadió, 11 en caso de que se acreciente la desigualdad, de que ese proceso tiene que acabar en el próximo milenio". El profesor italiano Francesco Forte afirmó que el capitalismo resistirá otros mil años más, aunque con profundos cambios.
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