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Llegan los Goya del año de la euforia

'El perro del hortelano', con 12 propuestas, y 'Tesis', con ocho, luchan por los premios

Dirige Pilar Miró. Presentan Carmen Maura y Juanjo Puigcorbé. Escenografía: Eduardo Úrculo. Casi todo lo demás, salvo el ganador del premio honorífico, Miguel Picazo, se desvelará mañana: hacia las 22.30 (TVE-1), en el palacio de congresos Juan Carlos 1 de Madrid, se entregan los XI Premios Goya. Son los del año de la euforia: las 92 películas producidas en 1996 -frente a 56 el año anterior- constituyen la cifra más alta en 15 años.

Las favoritas para el triunfo total son dos producciones muy dispares, que confirman "la variedad de temas" de la que habla como principal característica del cine español el rector de la Academia, José Luis Borau. El perro del hortelano, filme de época de Pilar Miró que adapta un texto de Lope, opta a 12 premios -¿podrá realizar la gala y recoger las estatuillas a la vez?-, y Tesis, ópera prima de Alejandro Amenábar, con guión del propio debutante, concurre en ocho categorías.Pero los más de 600 miembros de la Academia del cine español despejarán un total de 25 incógnitas entre la veintena larga de películas propuestas. Son los ejemplos más destacados del año de la fertilidad aparente: la euforia inversora -aproximadamente unos 15.000 millones- ha ido paradójicamente unida a un descenso de los gastos.

Según los datos del exhaustivo informe elaborado por la revista Academia, cada película realizada ha costado de media 209,3 millones de pesetas si se incluyen las coproducciones; excluidas éstas, de los 247 millones que costó de media cada filme en 1995 se pasa a los 178 millones del 96.

Rumores y miedo

¿Las razones? Una probable es que, en cine, lo nuevo es sinónimo de barato, y casi el 40% de las películas de 1996 fueron óperas primas, frente a un 23% en 1995. Otra, que sugiere el presidente de la Academia, José Luis Borau, es que, "junto a lo que parece un reforzamiento de la confianza, puede haber un elemento menos positivo: el miedo". Los datos siempre tienen dos interpretaciones, dice el cineasta, "y más en este año tan preocupante por los rumores sobre el futuro de las subvenciones".De todos modos, 92 filmes son muchos. Sólo Francia los supera en Europa. Y aunque es cierto que se rodaron menos metros (27.000 frente a 40.000), en menos tiempo (6,5 semanas de rodaje contra 7,5 en el 95), y con diez personas de media menos en los equipos, la pregunta es: ¿Hay público para tanto? "Unas se pueden quitar el pan de la boca a las otras", responde Borau. "La cifra es tremenda. Hace falta que haya 4 o 5 grandes éxitos que tiren de la industria y den confianza al público".

Porque el estudio de la Academia desvela varios peligros. Por ejemplo, sólo el 11% del presupuesto total se dedica a promoción. "En marketing somos aún primitivos", señala Borau. Y otro: 86 productoras hicieron una sola película. "Desaparecerán, casi seguro", concluye el cineasta, "y eso nos aleja de una industria sólida".

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