Un sondeo del CIS pone de relieve el rechazo de la mayoría al sistema de financiación autonómica

El Gobierno de José María Aznar no sólo o portazo el lunes al PSOE al negarse a cualquier posibilidad de diálogo para revisar 1 nuevo modelo de financiación de las comunidades autónomas. También desoyó al electorado. El Ejecutivo conocía ya, a través de una macroencuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, el rechazo general de los españoles, incluido el electorado del PP, hacia ese sistema. Los argumentos para su implantación no convencen. La mayoría opina que será más injusto que el anterior, porque beneficiará a unas autonomías en detrimento de otras, y se manifiesta contra la posibilidad de que el IRPF varíe según dónde se viva. El 92,3% de los votantes del PP cree que Cataluña será la más beneficiada.

El primer problema con el que se encuentra el Gobierno de Aznar para sostener la bondad de su sistema de financiación autonómico -rechazado por las tres comunidades socialistas: Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha- es el desconocimiento de la opinión pública sobre este nuevo mecanismo. La mayoría de los sondeados, el 62,3%, no habían oído hablar del asunto hasta que participaron en una macroencuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas. Así queda de manifiesto en un sondeo del CIS efectuado sobre 5.000 personas entre noviembre y diciembre pasado, al margen de los habituales barómetros mensuales, y bajo el capítulo Conciencia nacional y regional.Entre los encuestados que si manifiestan haber escuchado por encima algo del farragoso asunto de la financiación autonómica, la mayoría (37,9%) señala que le parece un modelo más injusto que el anterior, aplicado por el Ejecutivo socialista en alianza con CiU. Un 26,4% expone, por contra, que el nuevo será más justo. En este aspecto destaca que así se expresa el 64,9% del electorado de CiU.

La mayoría (39,3%) de esta franja de encuestados que ha oído algo de la polémica sobre la financiación autonómica refleja estar en desacuerdo con que el nuevo sistema, pactado por el Gobierno del PP con CiU y Coalición Canaria, vaya a beneficiar a todas las comunidades porque todas vayan a tener más ingresos que antes. Eso mismo resalta también el 36,7% de los votantes del Partido Popular, en contra de los argumentos constantes del propio Aznar y de sus ministros de Economía, Rodrigo Rato, y de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy.

Perjudicados, los ciudadanos

Eso sí, el 44,6% de estos mismos encuestados conceden que con el nuevo modelo las comunidades se verán obligadas a ser más responsables de sus gastos; idea que comparten mayoritariamente los votantes de todos los partidos. Todos remarcan también que el sistema será más favorable para las autonomías que gestionen mejor (66,7%) y apuntan que los más perjudicados serán, en cualquier caso, los ciudadanos porque acabarán pagando más impuestos (56,1%).La gran mayoría de los preguntados que conocen algo del nuevo sistema, el 56,4%, están convencidos de que las comunidades más ricas se van a beneficiar más, y las más pobres se verán pejudicadas. Así lo asumen también el 55% de los votantes populares y el 62,8% de los socialistas.

Por otra parte, el CIS plantea a todos los encuestados qué les parece una de las características del nuevo modelo propuesto por el Ejecutivo del PP: la posibilidad de que cada comunidad suba o baje un porcentaje del Impuestos sobre la Renta que pagan sus ciudadanos. El 51,9% de los españoles responde que son partidarios de que ese tipo del IRPF se mantenga igual para todo el territorio. Esta idea la sostienen el 58,3% de los votantes del PP. El 63% de los electores de CiU abogan, en cambio, por la modificación.

La encuesta pregunta si el Gobierno trata por igual a las comunidades. El 72,6% de los españoles piensa que favorece a unas sobre otras, y destaca en este sentido que responde así el 86,1% de los electores de IU. Cuando se interroga sobre cuáles serán las tres autonomías más beneficiadas, los que creen que sí habrá favorecidas responden en primer lugar que Cataluña (87,10/6), en segundo lugar el País Vasco (57,3%) y en tercero, Madrid (18,2%).

El cruce de esta cuestión con el recuerdo de lo que se votó en las elecciones generales del pasado 3 de marzo proporciona al Gobierno varios datos ilustrativos. El mayor es que el 92,3% de los electores del PP opina que Cataluña es la autonomía que sale mejor parada. Así se expresa también el 87,6% de los votantes del PNV, otro de los socios del actual Gobierno. Los electores de CiU, por contra, piensan que el modelo favorece primero a Euskadi (57,5%), luego a Andalucía (40,8%) y luego a Cataluña (32,3%).

La mayoría de los españoles, preguntados dónde se vive mejor, contestan primero que en Cataluña (74,2%), luego Madrid (34,7%) y en tercer lugar el País Vasco (26,9%). Cuando se cuestiona dónde se vive peor, el podio lo encabeza Andalucía (60,9%), por encima de Extremadura (57,7%) y Galicia (14,11/6). El 74,5% de los españoles concluye que hay muchas o bastantes diferencias de prosperidad entre las distintas regiones en España, y la mayoría (33,2%) subraya que esas distancias han tendido más bien a aumentar desde que existen comunidades autónomas. Esta conclusión la refrenda el 37,3% de los votantes del PP.

La mayoría de los españoles (30,3%) determina que esas divergencias de prosperidad tenderán a aumentar en los próximos años. El 42,6% de los encuestados califica la gestión de sus comunidades como regular, porcentaje que los votantes del PP elevan al 45,6%.