Toneladas de cenizas de pirita amenazan con contaminar el río Tajo

Toneladas de cenizas de pirita que se amontonan periódicamente en la estación ferroviaria de Algodor (Aranjuez) amenazan con contaminar el río Tajo con metales pesados. Desde hace más de un año, la empresa Subproductos Minerales, SA (Suprosa) deposita estas cenizas -producto elaborado a partir del mineral extraído de las minas de Riotinto (Huelva)- sobre un suelo muy permeable, a 15 kilómetros de Toledo. Después, las vende a las cementeras Aslánd y Valenciana de Cementos en Toledo, que las utilizan como añadido férrico en la fabricación de cemento.Según una muestra sometida a un análisis de lixiviación (separación de componentes) en un laboratorio madrileño, este residuo presenta un alto grado de ecotoxicidad, con presencia de metales pesados, como arsénico, cadmio, plomo, cromo total o selenio. Todos ellos podrían estar presentes en concentraciones de hasta mil veces mayores que las permitidas en aguas naturales. Según Fernando López Vera, catedrático de Hidrología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), "se trata, sin duda, de un residuo cuya manipulación transporte y vertido debe estar sometido a vigilancia".

El suelo sobre el que se encuentra el depósito en Algodor está compuesto de conglomerados, brechas, arenas y limos. "Las cenizas podrían acumularse sobre las terrazas del río Tajo, muy vulnerables a la contaminación por ser muy permeables y encontrarse el nivel freático a poca profundidad", señala López Vera.

Bomba ecológica

Mantener un vertido de estas características de forma continuada podría concretarse a largo plazo en la contaminación del Tajo, "el acuífero aluvial se encuentra conectado hidráulicamente con el río, por lo que es lógico que el vertido acabe en éste al cabo del tiempo, aunque diluido. Dada la mala calidad del agua del acuífero", continúa López Vera "tiene un uso muy limitado, por lo que no es vigilada. Esto hace que pueda tardar mucho tiempo en detectarse la nube de contaminación, hasta que ésta sea muy extensa y afecte de forma evidente a la ecosfera. Puede transcurrir mucho tiempo, tal vez décadas, constituyendo una verdadera bomba ecológica de tiempo. En el mejor de los casos, se incrementaría el fondo de contaminación del Tajo, sin que pudiera localizarse su origen".Según el reglamento que desarrolla la Ley Básica de Residuos Tóxicos y Peligrosos (RTP), corresponde a la Administración del Estado coordinar las actividades relativas a éstos que afecten a más de una comunidad. La autorización para gestionar RTP debe ser otorgada por la Comunidad Autónoma donde vayan a ubicarse las instalaciones. Sin embargo, entre las empresas autorizadas por la Comunidad de Madrid para gestionar RTP, no figura Suprosa. Según María Ángeles Santero, de los servicios técnicos del Ayuntamiento de Aranjuez, esta empresa no posee licencia municipal de instalación de residuos.

Eckart Sitz, gerente de Suprosa, señala que las cenizas de pirita "no son ningún residuo tóxico", que están catalogadas como "residuo especial en Cataluña", y que "es un óxido de hierro simple, vulgar y corriente".