Entra en vigor el tratado contra la Desertización

La Convención de Naciones Unidas contra la Desertización, cuyo objetivo es detener el avance de este fenómeno que amenaza la subsistencia de mil millones de personas en un centenar de países, entró en vigor ayer, 90 días después de que 50 países ratificasen su compromiso de adhesión a dicho texto. El Ministerio de Medio Ambiente español reiteró ayer su intención de volver a defender la candidatura de Murcia como sede del citado convenio.El tratado constituye el tercer acuerdo adoptado a raíz de la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992 en el marco de un amplio programa para proteger el medio ambiente y ha sido firmado por 130 países del mundo.

Según dijo ayer en Ginebra, Bo Kjellen, el sueco que encabeza el secretariado interino del acuerdo, la plena aplicación del convenio "demandará una buena dosis de compromiso político" por parte de todos los gobiernos. En su opinión, este convenio podrá ahora ocupar su lugar junto a los tratados sobre el cambio climático y la biodiversidad y constituir "un pilar del proceso de Río".

España, al ratificar este convenio, adquirió el compromiso de elaborar un programa nacional, con el objetivo de luchar contra la desertización y mitigar los efectos de la sequía grave en las zonas afectadas mediante la adopción de medidas eficaces en todos los niveles.

Candidatura de Murcia

Según recordó ayer el ministerio de Medio Ambiente, una de las iniciativas emprendidas en la lucha contra la desertización "ha sido la presentación y defensa de la candidatura de Murcia como sede de la secretaría permanente del citado convenio". La ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, a los pocos días de tomar posesión, aseguró que iba a poner todo su empeño y voluntad política en lograr dicha sede para Murcia y defendió oficialmente esta postura en la sede de la ONU el pasado 5 de septiembre. "El ministerio volverá a defenderla en la próxima reunión de enero de 1997", afirma el comunicado.Además, el consejo de ministros acordó el pasado 22 de noviembre la contribución de España por importe de unos 27,9 millones de pesetas al Fondo Especial del Convenio de Naciones Unidas de lucha contra la desertización.