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Esperanza contra el sida

La revista 'Time' elige 'hombre del año' a David Ho por 'cócteles' contra el VIH

Un científico que ha ocupado escasos titulares y que es prácticamente desconocido para el público general es el nuevo hombre del año de la revista Time. Pero la elección del virólogo David Ho, uno de los revolucionarios en la lucha contra el sida, como personaje representativo de 1996, será poco discutible al término de un año en que muchos han visto las primeras luces al final del túnel de esa epidemia.Además, es significativo que Time vuelva a reconocer a un científico como personaje del año, algo que no hacía desde 1960. Garantizada por otros medios la publicidad de las celebridades al uso, y relegado a Otro nivel el papel de los líderes internacionales tras el fin de la guerra fría, la' ciencia y la salud son, sin duda, temas en alza, y sus protagonistas pueden ser los héroes del futuro inmediato.

David Ho es, según Time, la persona que "ha levantado la sentencia de muerte sobre miles de infectados". Director del Centro, de Investigación sobre el Sida Aaron Diamond, en Nueva York, y profesor de la Universidad Rockefeller de esa ciudad, Ho comenzó a trabajar a mediados de los años ochenta sobre el desarrollo de la enfermedad en las pri meras semanas de infección, un enfoque que culminó en la conferencia mundial sobre el sida del pasado verano en Vancouver (Canadá). Allí, Ho presentó sus ya famosos cócteles de inhibidores de proteasas y otros medicamentos antivíricos, que, administrados conjuntamente en las primeras etapas de la infeccción, dan un paso de gigante en la lucha contra el virus.

El tratamiento desde el principio y la combinación de fármacos son, pues, las dos principales aportaciones de Ho, sobre cuyo trabajo la revista Time advierte que "puede que nos lleve a una cura". Sin embargo" el prestigioso semanario, y el propio Ho, han resaltado la otra cara de la moneda: el coste de los cócteles, es de 20.000 dólares al año (unos 2,5 millones de pesetas), poniéndolos fuera del alcance del 90% de los afectados que viven en países en vías de desarrollo, e inasequibles también de hecho para mucha gente en el mundo occidental. Según el programa de las, Naciones Unidas contra el sida (Unaids), 3,1 millones de personas contrajeron el VIH en 1996 y elevaron el total mundial a 22,6 millones.

El doctor David D. Ho nació en Taiwan hace 44 años y emigró con sus padres a Los Ángeles en los cincuenta. Estudió física en el Massachussetts Institute of Technology y en la Facultad de Medicina de Harvard, antes de establecerse en Nueva York para concentrarse en el estudio del sida. "Los logros en investigación no corresponden a un solo individuo o institución y, aunque hay que ser optimistas, queda mucho por hacer", dijo Ho en un comunicado de agradecimiento.

Cierto optimismo ha impregnado las informaciones sobre el sida a lo largo de 1996. En un artículo de gran repercusión, titulado Cuando acaba el sida, que se publicó en noviembre en el suplemento dominical de The New York Times, pudo leerse que "el potencial de los nuevos tratamientos es tal que un diagnóstico de infección de VIH no es sólo diferente en grado hoy día. Es también diferente en su naturaleza. Ya no significa muerte. Sólo significa enfermedad".

Time, en su número del hombre del año, advierte que pese a la espectacularidad de los logros de David Ho, "todavía no existe una fórmula mágica para pacientes en estados avanzados. de la enfermedad y no hay una vacuna contra la infección del VIH".

"Espero que los avances científicos de l996", dijo Ho, "inspiren a los Gobiernos, a las instituciones de investigación y a las fundaciones a incrementar su compromiso con las múltiples cuestiones que quedan sin respuesta sobre la prevención y el tratamiento del VIH y el sida".

Desde que el aviador Charles Lindbergh fuera galardonado en 1927 por la revista Time, esta publicación lleva 69 diciembres concediendo el ,prestigioso título de hombre del año a la persona que sus reporteros y editores consideran mas representativa de los últimos doce meses, una decisión que a veces acarrea polémicas.

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