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Crítica:CINE: 'JACK'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

'As time goes by`

"Mamá, ya soy mayor", exclama un envejecido Robin Williams al .final de la tierna, inteligente y autorreflexiva Jack, decididamente mucho más interesante, comedida. y de mayor enjundia artística de lo que una información sesgada sobre ella podría haber sugerido , sobre todo tras la retirada del filme, por decisión del propio cineasta, en la pasada edición del Festival de Venecia. "Mamá, ya soy mayor, tan mayor que tengo hasta nietos", podría decir Coppola, adolescente perpetuo en su. búsqueda de una vía personal para la realización de sus desmedidas, impresionantes, a menudo geniales películas. Y en el fondo, tendría razón: el tiempo pasa veloz y la reflexión vale lo mismo para su nieta pequeña, a quien está dedicado el filme, que para él mismo.Jack es uno de esos argumentos que tanto gustan al cine americano, la posibilidad de construir un discurso sobre la diferencia que, desde El muchacho de los cabellos verdes, de Losey, has ta hoy mismo ha reivindicado el derecho a no ser como los otros y, sobre todo, que los otros acepten al, diferente como uno más. De eso habla el filme: de un niño que crece desmedidamente de prisa, cuatro veces más rápido de lo normal, de manera que cuan do sus padres acepten finalmente enviarlo al colegio quien pisa las aulas es - un Robin Williams de 40 años físicos y 10 mentales, no el niño que correspondería por su edad legal.

Dirección: Francis Coppola

Guión: James De Monaco y Gary Nadeau. Fotografía: John Toll. Música:Michael Kamen. Producción: EEUU, 1996. Intérpretes: Robin Williams, Diane Lane, Brian Kerwin, Jennifer López, Fran Drescher, Bill Cosby,Estreno en Madrid: Aragón, Vaguada, Palafox, Plaza Aluche, minicines, Acteón, Luna, Gran Vía, Conde Duque.

El filme podría haber desbarrado hacia los peores lugares comunes de este tipo de productos, los malentendidos cronológicos a cuya explotación, se lanzarían con fruición cineastas como Chris Columbus o Penny Marshall, por poner dos ejemplos, pero que Coppola esquiva casi con pudor. No hay un solo gag estirado más allá de lo estrictamente funcional, ni situación que se aleje de lo razonable a las reglas del ¡uego.

Es decir, que Coppola sabe que está bien construyendo una película para niños y con niños, pero afortunadamente no cae en el absurdo, desgraciadamente la regla de oro en estos casos, de considerar que los niños que vean la película deban ser simplemente menospreciados en sus capacidades intelectuales. Una puesta en escena que abunda en detalles de ingenio, reforzados por un guión que convoca con inteligencia la metáfora de la mariposa para resaltar la fragilidad de la existencia, o algunos momentos del autodescubrimiento de la propia vejez del personaje, conmovedoramente tristes, nos ponen frente a la pista, esencial en todo el cine de Coppola, de la conveniencia de mirar detrás de las apariencias, de no conformarnos con la primera impresión.

Jack no es una simple película para niños. Su capacidad de hacer reflexionar, la sutileza de su puesta en escena, el impecable trabajo para controlar a un Robin Williams que jamás ha estado tan bien como aquí nos recuerdan que, al fin y al cabo, el talento es un misterio, y Coppola, aun sabiendo que está ante un producto de ésos que por conveniencia llamamos "menores", sabe dar una auténtica lección de humildad, sabiduría y, en definitiva, clase.

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