Miles de personas piden en Llodio la libertad de Delclaux y Ortega y rechazan el chantaje etarra

El pueblo de Llodio se volcó ayer para pedir la liberación del abogado Cosme Delclaux y del funcionario José Antonio Ortega Lara. Varios miles de personas secundaron la marcha silenciosa convocada por el Ayuntamiento para denunciar las acciones de ETA. "Nuestra sociedad y sus instituciones no se doblegarán nunca al chantaje de los violentos" declaró el alcalde, Antonio Aiz. La marcha, bajo un amplio despliegue de la Ertzaintza, vivió momentos de tensión cuando simpatizantes de HB leyeron un comunicado con datos sobre los beneficios de las empresas radicadas en este municipio, entre ellas algunas en las que es accionista la familia Delclaux. Pese al hostigamiento de los militantes de HB, no llegó a haber incidentes.

La manifestación dio sus primeros pasos en la Herriko Plaza, (plaza del Pueblo) encabezada por una pancarta con el lema Secuestrados libertad y un lazo azul. Otro lazo resiste sujeto al balcón de la Casa Consistorial a pesar de los reiterados ataques de los simpatizantes de HB. La fachada, de piedra gris, luce numerosos impactos de huevos cargados de pintura roja y amarilla arrojados para criticar a un ayuntamiento al que tachan de español".A la cita acudieron miembros de todos los partidos democráticos, dos hermanos y una hermana de Cosme Delclaux; el consejero vasco de Justicia, Ramón Jáureguil y el de Industria, Javier Retegi; el defensor del Pueblo Vasco, Xabier Markiegi, y representantes de las asociaciones empresariales.

En Llodio, la segunda mayor localidad alavesa después de Vitoria y donde sus ciudadanos han sufrido más directamente la reconversión de la siderurgia, la presión de HB y su entorno es más fuerte que en el resto de la provincia. El cuartel de la Guardia Civil ha sufrido tres ataques de ETA. El último y más grave, hace siete años, estuvo a punto de tumbar la viga maestra que soporta el edificio. HB perdió en 1991 la alcaldía en favor del PNV.

Alrededor de 100 simpatizantes de HB y el parlamentario Santiago Hernando ocuparon los cruces de las calles con carteles pidiendo la libertad de los presos de ETA y reivindicando más trabajo.

El silencio de la manifestación sólo se vio alterado cuando al pasar frente a la sede social de HB sus simpatizantes utilizaron la megafonía para leer un comunicado sobre "la mala situación económica del pueblo". Los pacifistas se limitaron a silbar, abuchear y, finalmente, aplaudir para atenuar el discurso de los independentistas.

Para Jáuregui, el discurso de HB es un ejercicio de cinismo: "Apoyan los secuestros, están en contra de los empresarios, trabajadores y sindicatos, y a pesar de todo son capaces de hacer referencias a la situación económica".

De vuelta en la Herriko Plaza, el alcalde Antonio Aiz leyó el comunicado final. "Nuestra fuerza reside en la defensa de los derechos humanos, de la paz y de los métodos pacíficos".

El consejero Javier Retegi señaló que el verdadero objetivo de HB es la ruina de Euskadi. "Nosotros estamos en una fase de pugna por el desarrollo que tenemos, que superar para situamos entre los países más competitivos", afirmó. "Otros intentan frenar todo esto para, a través de una ruina, intentar construir un orden nuevo que no sabemos cuál es", añadió Retegi, en cuya opinión ETA está alejando las inversiones de Euskadi.

Por otra parte, anoche seis cajeros automáticos de otras tantas sucursales bancarias de Sestao (Vizcaya) ardieron tras ser atacados con cócteles mólotov, sin que se registraran daños graves, según recoge Efe. Testigos presenciales indicaron que en la calle donde están los cajeros se repartieron posteriomente octavillas en las cuales se "anima" a "intensificar la lucha popular, realizar cortes de carretera, barricadas y cruzar camiones".