Alfa y omega

La coreografía no miente en su razón última, que está siempre del lado del tiempo, de la permanencia. Nomos Alpha fue creado hace 30 largos años. Es un solo de casi 20 minutos de duración sobre una difícil música de la época más árida de Xenakis. La pieza se estrenó el 2 de abril de 1969 en Royan, dentro de un programa coral titulado Concert de Danse donde -noche histórica- Rosella Hightower bailó Variations (Weber). En 1975 Víctor Ullate mismo fue el segundo intérprete de Nomos Alpha, y casi un lustro después, Patrice Touron lo bailó algunas veces. Han pasado otros 15 años, y ahora el joven Jesús Pastor lo reestrena de la mano de Ullate y con la revisión directa de Béjart. Un lujo para todos.Nomos Alpha es un prolongado monólogo de introspección, duro para el bailarín, que debe hacer de todo en escena en cuanto lo técnico y ser asimismo un expresivo actor. Nomos tiene mucho del Petrouschka de Fokin, y así le cita literalmente más de una vez: es el hombre-muñeco frente y dentro de la vida, tratando de exponerse, de agradar, de ser aceptado, de no ser olvidado. En La voix, de 1958, ya estaba este metalenguaje de Béjart que es en parte una dominante en la angustia vital del gran creador marsellés. Ahora, Jesús Pastor, con muchos nervios en el día del estreno, se enfrasca en hacer su versión apoyado en sus extraordinarias condiciones físicas y en las exigencias de virtuosismo del papel. Necesita maduración, pero es evidente que ya ha entendido la meta bejartiana de exprimir el corazón del espectador.

Patrimonio

Vale la pena preguntarse: ¿por qué Ullate escogió Nomos Alpha en vez de otra pieza más fácil para público y bailarines? Pues la respuesta está en la continuidad, en dar asiento a esa sagrada ley del ballet de la transmisión, la entrega directa del repertorio, que es patrimonio, y que es símbolo.. Si alfa estaba en Bortoluzzi y Ullate, ahora la omega de esta historia está en los jóvenes que lo aprenden.El otro estreno es Ven que te tiente, una obra que se apoya en las versiones modernas -quizá demasiado actuales en su aparato sonoro- de las canciones de Federico García Lorca. Los diseños de Francisco Nieva intentan dentro de su estilo figurativo hacer una noche granadina, pero si algo de ensueño hay, es lo que da la coreografía de sí misma. Ullate se refugia en su estilo envolvente asociando las canciones a dúos y tríos que los jóvenes intérpretes realzan con gracia.

En Jaleos destacó una vez más Carlos López (que también bailará esta temporada Nomos Alpha), con su variación de Potentes saltos, la misma que le garantizó hace dos semanas los elogios de la crítica francesa y la medalla de plata en el concurso de danza clásica de París.