_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Recital de HB

LA FISCALÍA del País Vasco ha abierto diligencias en relación a la manifestación, convocada por Herri Batasuna, que el pasado domingo recorrió las calles de la localidad vizcaína de Getxo, en la que vive la familia de Cosme Delclaux, secuestrado por ETA. La intención provocadora de la iniciativa era evidente, y similar a tantas otras en las que se busca trasladar la culpa al agredido. Esa intención fue subrayada por los gritos de los manifestantes y por el discurso, con alusiones amenazantes a empresarios concretos, del orador que cerró la marcha, y por el texto de unas octavillas firmadas por ETA en las que se exige a cuatro empresarios que paguen. Pese a esas evidencias, HB ha difundido un comunicado en el que acusa a varios medios y periodistas, también con nombres y apellidos, de haber tergiversado el sentido de la manifestación con la intención de "criminalizar" a sus convocantes.HB se queja de que nadie haya respondido a su "emplazamiento a la oligarquía y sus gestores para debatir públicamente sobre quién es el verdadero responsable de la ruina, división y empobrecimiento de Euskal Herria". Desde luego, no hace falta ser miembro del comité ejecutivo de la oligarquía para saber que uno de los motivos fundamentales del empobrecimiento del País Vasco es la existencia de una muy conocida organización que acostumbra a financiarse mediante la extorsión y eventuales secuestros -50 en 25 años- de empresarios. El declive industrial del País Vasco se debe en buena medida a la crisis de los sectores industriales clásicos, pero hace años que dejaron de afluir los capitales necesarios para el impulso de sectores más dinámicos. En 1970, el 11% de la inversión extranjera llegada a España iba a Euskadi; en 1991 no llegaba al 1%. No sólo no llegan capitales del resto de España, sino que ese mismo año el 20% del ahorro vasco se dirigió a otras regiones españolas. ¿Sería exagerado suponer que algo tiene que ver con esos datos -y con efectos como que desde 1979 el paro sea en Euskadi superior a la media española- la presencia agobiante de los secuestradores de empresarios y sus rapsodas?

Estos últimos tienen derecho a aburrir a las ovejas con sus agudos discursos sobre la realidad socioeconómica, porque la sociedad democrática es muy tolerante y admite la libertad de expresión. Pero una cosa es disertar y otra amenazar. HB acusa a los periodistas de "criminalizarles" por informar que al inicio de la manifestación se repartieron pasquines de ETA. Si lo que con ello quieren decir es que rechazan el contenido de tales papeles, no tienen más que comunicárselo así al juez. Pero se comprende que la Ertzaintza, que ha elaborado el informe que servirá de base a las diligencias instruidas por la fiscalía, desconfíe a la vista de lo que en Las Arenas -y en toda España, merced a la televisión- pudo verse y escucharse. Ante su pretensión de intimidar, desde la impunidad, a todo el que no se pliegue a sus exigencias y aplauda sus delirios sólo cabe una respuesta: que se les aplique la ley; y si tienen algo que alegar, que lo hagan ante el juez.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_