Generalitat y Agricultura median para que Codorníu y Freixenet firmen la paz

El Ministerio de Agricultura y la Generalitat han elaborado un borrador de protocolo que permita resolver la guerra del cava, que enfrenta a Codorníu y Freixenet. La firma del protocolo desactivaría las mutuas querellas que enfrentan a las dos empresas en los juzgados. Ambas han recibido fuertes presiones de las administraciones para poner fin a su contencioso comercial y legal.

La base para el cese de hostilidades judiciales entre Codorníu y Freixenet es la promesa verbal de la Administración de que las actas del Consejo Regulador sobre presuntas irregularidades serán tratadas de forma benévola. Codorníu acusó a Freixenet de vender 21 millones de botellas sin los preceptivos nueve meses de crianza. Freixenet acusó a Codorníu de utilizar la variedad Pinot noir prohibida por la denominación. Freixenet también discute judicialmente la obtención -por parte de Codorníu- de rendimientos de más de 40.000 kilos de uva por hectárea en la finca de Raimat. Esos rendimientos se obtendrían supuestamente gracias al riego no autorizado de la viña.La cuestión es, sin embargo, que no queda claro que se vea sometida al protocolo de acuerdo la demanda que Freixenet presentó contra Codorníu ante el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Barcelona en relación a un presunto plagio de su botella esmerilada (Carta Nevada) que Codorníu utiliza en sus marcas Rondel y Delapierre. Este contencioso es "un asunto muy viejo que no tiene que ver con la guerra del cava y que deberán decidir los tribunales"_según los principales ejecutivos de Freixenet.

El presidente del grupo Freixenet, José Ferrer propuso que en el nuevo reglamento del cava que prepara el Consejo Regulador se permita una mayor flexibilidad a las empresas que atienden mercados globalizados. Se mostró partidario de se controle, a través de las etiquetas, qué y cuánto producto sale de las cavas. Un modelo de control que ha sido adoptado recientemente por el champagne.