_
_
_
_

Amnistía Internacional arremete contra la legalización de la tortura en Israel

La decisión del Tribunal Supremo de Israel de permitir al servicio secreto Shin Bet la tortura de un preso palestino ha levantado una ola de protestas. "Israel es signatario de tratados de la ONU que prohíben la tortura. Esta alarmante decisión ignora solenmes obligaciones", aseguró ayer Amnistía Internacional (AI) desde su sede en Londres. Si todavía no lo han hecho, agentes del servicio secreto israelí comenzarán a torturar legalmente a un estudiante palestino, sometiéndolo, entre otros métodos, a violentas descargas como las que hace un año causaron la muerte de un prisionero árabe.

La redacción del texto aprobado por el Supremo no habla de torturas, suaviza el término con un eufemismo: "Presión física moderada". El palestino Abdel Aziz Hamdán, acusado de actividades terroristas y supuesto miembro de la Yihad Islámica, es sospechoso de conocer datos de nuevos atentados suicidas de su organziación. El Shin Bet quiere arrancarle la información y evitar los ataques. El método y su legalización es lo que ha provocado mayor indignación."Israel ha legalizado la tortura en la cara del sistema que ha estado activamente buscando la protección de los derechos humanos en el ámbito de la ONU durante los últimos 50 años", agregó el portavoz de Al en la capital británica.

En Ginebra, Peter Burns, un alto miembro del comité de la ONU contra la tortura declaró: "Es bastante decepcionante que el Tribunal Supremo legalice el uso de incluso moderada fuerza física en los interrogatorios de sospechosos de terrorismo. Es particularmente decepcionante que en sociedad tan civilizada como Israel sienta la necesidad de recurrir a esos métodos".

Según Al y otras organizaciones defensoras de los derechos humanos, los servicios de seguridad de Israel torturan a centenares de prisioneros políticos cada año. Los métodos incluyen privación de sueño, periodos en los que se somete al prisionero a permanecer sentado en posiciones extremadamente dolorosas y el encapuchamiento prolongado de los detenidos.

El uso de "presión física moderada" es sólo un recurso. Existe también la "presión física incrementada". Israel dice que ninguno de esos métodos constituye tortura. André Rosenthal, el abogado defensor de Hamdán, dijo ayer que su cliente ha sido "sacudido", encadenado y privado de sueño.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_