Tietmeyer insiste en un cumplimiento estricto de la convergencia "que no permita escapatorias"
El presidente del banco central alemán (Bundesbank), Hans Tietmeyer, se pronunció ayer en Bonn, durante un almuerzo en el Club Americano con corresponsales extranjeros, por una unión monetaria europea creada sobre el cumplimiento estricto de los requisitos de convergencia y un Pacto de Estabilidad "que no permita escapatorias", para evitar que luego se produzcan conflictos que significarían un retroceso para la UE. El presidente del Bundesbank calificó de "muy optimistas" las previsiones de convergencia. publicadas recientemente por la Comisión Europea.
Tietmeyer se mostró fiel a su imagen de cancerbero intransigente y defensor de una unión monetaria asentada sobre unos fundamentos sólidos, es decir, la estabilidad sin concesiones: "Soy partidario de una UEM fuerte y no débil. Éste es el objetivo del Tratado de Maastricht y así lo exige la resólución del Parlamento Federal (Bundestag) y del Tribunal Federal Constitucional (BVG). En ese marco se mueve el. Bundesbank. No somos un Estado dentro del Estado, pero nos movemos en el marco del, Estado y por eso estamos a favor de una aplicación estricta de los criterios".Tietmyer añadió que el éxito del euro depende de la duración de la disciplina fiscal, porque una UEM "sin fundamento estable degenera en conflictos económicos y sociales". La perdurabilidad es una exigencia del Tratado, dijo Tietmeyer. Para asegurar esa duración, Tietmeyer considera imprescindible el Pacto de Estabilidad, porque en la futura Europa con moneda unificada habrá una política monetaria central, pero la política social será nacional y "aquí pueden darse fuerzas centrífugas, sin una duradera disciplina fiscal". Para Tietmeyer, existe un grave peligro para el euro, si no va acompañado de una fuerte disciplina fiscal en el futuro.
Tietmeyer no quiso entrar en detalles sobre la forma de ese pacto de estabilidad, pero mostró su acuerdo con las posiciones defendidas por el ministro de Hacienda alemán, Theo Waigel, en Bruselas. Para Tietmeyer, el déficit público no sólo tiene que estar por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB), sino que debe asegurarse que ese. déficit se destina a la inversión, "los Estados con alto volumen de deuda tienen que tener un déficit más bajo e incluso lograr superávit"
Según Tietmeyer, el elemento decisivo de las sanciones del Pacto de Estabilidad es "que sean palpables, que tengan un efecto disuasorio suficiente, para aplicar la política fiscal adecuada, que no haya escapatorias y excepciones".
[El economista-jefe del Bundesbank, Otmar Issing, insistió ayer en Pamplona en la necesidad de cumplir estrictamente los criterios de convergencia, informa Mikel Muez. Issing, que participó en unas jornadas de tesorería organizadas por la Caja de Ahorros de Navarra y la Fundación FIES, apoyó los esfuerzos de convergencia que está haciendo España al tiempo que mostraba su rechazo al maquillaje contable que están aplicando algunos gobiernos europeos en sus presupuesto s para 1997]
Schmidt, ignorado
Tietmeyer, de 65 años, no piensa replicar a las críticas formuladas hace una semana en un artículo en el semanario Die Zeit por el ex-canciller socialdemócrata Helmut Schmidt, quien lo acusó de enemigo de la unión monetaria europea por su intransigencia en la aplicación de los criterios de Maastricht. Tietmeyer dijo que no le impresionó nada esta crítica y añadió que no la toma en seno por tratarse de una visión deformadora de lo hechos.
El presidente del Bundesbank recurrió a su condición de hombre de Westfalia, "arraigado en la tierra y resistente ante las tormentas", para explicar su posición. "Yo leo todo y reacciono como quiero. Digo lo que me parece correcto y así lo hago hoy y lo haré mañana y pasado mañana". No quiso entrar en analizar los motivos del resentimiento de Schmidt, pero apuntó: "quizás tiene mala conciencia por haber aplicado una política equivocada, pero no tengo que investigar sus motivaciones".
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