40 poetas abordan en Canarias las tendencias del último medio siglo

A diferencia del poeta continental de la modernidad, surge ahora el poeta insular, robinsomano, que sólo puede mantener Con el exterior una relación de incertidumbre, tal y como se ha puesto de manifiesto en el congreso de poesía Hacia el próximo siglo, que a lo largo de esta semana ha reunido a unos 40 poetas en el Ateneo de La Laguna, en Tenerife.Desde miembros de la generación del 50, como Antonio Gamoneda o Manuel Padorno, hasta autores de las últimas hornadas, como Jorge Riechmann o Roger Wolfe, todos coincidieron en el rechazo a las hormas generacionales y a los rótulos estéticos unidimensionales.

"La noción generacional, que es un invento reciente, -pues nadie explica la vieja historia de la literatura por generaciones- sólo sirve para empaquetar poetas", se quejó Gamoneda en la jornada inaugural.

"La llamada generación del 50 tiene sus orígenes en una operación de mercadotecnia", aseguró el autor de Libro del frío. "No sé por qué me llaman poeta de la experiencia si soy un poeta del conocimiento", agregó. "La poesía es conocimiento, ya que su escritura da como resultado final algo impreexistente".

Este aspecto, la concepción del poema como una realidad autónoma frente a quienes consideran las palabras como un mero vehículo de los referentes externos, dividió a los poetas participantes en el congreso, aunque sin un orden cronológico y ni siquiera estético. "Considero el realismo como una indagación, un punto de partida, pero no necesariamente de llegada. Se trata de una actitud frente a lo real, y no de un catálogo de procedimientos", señaló Riechmann.

"Hay poesía figurativa que queda reducida en el término realista", indicó José Luis García Martín, para agregar que las luchas entre diversas corrientes estéticas son, en realidad, un pretexto para las luchas de poder.

Aportación periférica

El concepto de "extraterritorialidad" inherente a la poesía, según Juan José Lanz, tomó otro rumbo en palabras de Eugenio Padorno, para quien "la cultura española nunca fue receptiva a aportaciones espirituales procedentes de la periferia". Y Jorge Rodríguez Padrón, que hoy clausurará las jornadas, critica asimismo que "en los cánones oficiales de la poesía española la diferencia se percibe como deficiencia".Roger Wolfe aseguró "ir de por libre" respecto a todo legado literario y reiteró que la misión de la poesía es "constatar lo obvio". A la postre, quedó en el aire el inquietante diagnóstico de los diarios de Eugenio Montale: "antes los poetas teníamos un público, pero ahora el público se ha puesto a escribir".