Cineastas españoles sientan bases de coproducción con el Reino Unido

Los productores españoles han hecho un balance positivo de las sesiones de trabajo que han celebrado con sus colegas británicos dentro del marco del Festival de Cine de Londres. El establecimiento de un convenio de reciprocidad que regule las coproducciones entre ambos países, semejante al firmado con otros estados europeos y con los productores independientes norteamericanos, es el objetivo que persiguen el Instituto de la Cinematografia y las Artes Audiovisuales (ICAA) y la Federación de Asociación de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE)."El cine europeo tiene una asignatura pendiente: competir con las multinacionales americanas", explicó Pedro Pérez, presidente de FAPAE. "Para conseguirlo se deben fomentar fórmulas imaginativas de coproducción".

Salvo casos aislados -las dos últimas películas de Ken Loach, Tierra y Libertad y La canción de Carla, y la nueva realización de Gracia Querejeta, El último viaje de Robert Rylands- la relación entre ambos países es nula. La barrera del idioma unida a una falta de tradición en el doblaje de películas obstaculizan las coproducciones y la distribución de filmes españoles en el Reino Unido.

Los productores españoles comparten, sin embargo, los mismos problemas de mercado y financiación que sus colegas británicos. Y a pesar de la larga tradición cinematográfica del Reino Unido, el trato durante las primeras sesiones de contacto fue de "igual a igual", insistió Jose María Otero, director del ICAA.

La actividad se ha intensificado en los últimos años en el Reino Unido pero las producciones dependen mayoritariamente de las inversiones americanas.