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Ficción contra realidad

La calidad artística de la película de Neil Jordan no ha sido puesta en duda por casi ningún crítico, aunque, como todo filme épico, ha sido acusado de cierta rigidez psicológica en la construcción de los principales personajes. Su talón de Aquiles, con todo, a la hora de enfrentarse a los estudiosos han sido las inexactitudes históricas, algo que es, por otra parte, moneda corriente en las reconstrucciones para el Séptimo Arte de complejos episodios históricos. Las dos escenas más criticadas por la prensa han sido la que recoge un atentado con coche bomba contra un policía en Belfast, y la que reconstruye la represión desatada por los británicos en respuesta al asesinato de entre 14 y 19 de sus agentes antiterroristas, el 21 de noviembre de 1920. En el caso del primer atentado, se trata de una imagen inventada, habida cuenta de que el método de coche bomba es demasiado moderno para el periodo que retrata el filme. En cuanto el segundo, y de acuerdo con los datos históricos, la misma tarde del domingo 21 de noviembre, policías británicos acordonaron el estadio de Croke Park, donde se disputaba un partido de fútbol gaélico, y dispararon indiscriminadamente contra espectadores y jugadores, matando a 14 personas. En la película, Jordan muestra un vehículo blindado desde -el que se dispara contra el público.

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Otro detalle especialmente controvertido es la velada insinuación de que Eamon de Valera no fue totalmente ajeno a la emboscada en la que encontró la muerte Collins en agosto de 1922. Según todas las crónicas, y aunque De Valera se encontraba en una zona próxima al lugar del atentado, no existe la más mínima evidencia para involucrar en él al que fuera presidente de la República irlandesa entre 1959 y 1973.

Matices

La prensa ha destacado también que tanto el personaje de Collins como el de su novia, Kitty Kiernan, están lejos de presentar en la pantalla el perfil que dibujan de ambos los datos históricos. Collins, nacido en West Cork, no era exactamente un intelectual, pero su imagen en el celuloide, alegan, no recoge los matices del hombre que trabajó, durante años en Londres, primero en la City, de broker para una firma, más tarde para el Ministerio de Industria y luego para un banco, antes de regresar a Irlanda convertido ya en miembro de la Hermandad Irlandesa Republicana, antecedente del IRA.

En el caso de Kiernan, los estudiosos sostienen que lejos de ser una tímida chica de provincias la novia de Collins regentaba con sus hermanas varios negocios en su ciudad natal y era bastante despierta y decidida.

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