El Vaticano corta las ayudas a Unicef por apoyar la contraconcepción

La Santa Sede ha decidido cortar la ayuda financiera que prestaba a Unicef por considerar que la organización de las Naciones Unidas para la Infancia ha desviado fondos hacia la promoción del control de la natalidad y el aborto. El castigo es tan simbólico como la ayuda, ya que en 1996 -año en el que los presupuestos pontificios registran superávit- se eleva a 2.000 dólares (unas 250.000 pesetas). Pero adquiere gravedad en la medida en que la Iglesia recomienda a todos los católicos que revisen su colaboración con Unicef con el mismo criterio que el Papa.Pese a las protestas y desmentidos de los dirigentes de Unicef, el arzobispo Renato Martino, representante permanente ante la ONU, dijo al anunciar oficialmente la medida que "la Santa Sede se siente obligada a advertir a los fieles católicos del cambio en las actividades de Unicef'.

Previamente, interviniendo ante una Conferencia de la FAO -la organización de la ONU para la alimentación y la agricultura-, Martino había afirmado que las ayudas simbólicas de la Santa Sede expresaban "el deseo de la Iglesia católica de cooperar con las entidades como Unicef que comparten su preocupación general por los niños". Y había añadido que "la donación era considerada también como un reconocimiento de que las políticas de Unicef no son contradictorias con las doctrinas morales y sociales de la Iglesia católica. Esto ha sido especialmente importante, dado el incentivo que tales donaciones han representado para otros donantes católicos o afines, con consecuencias concretas como la venta de las felicitaciones de Navidad de Unicef".

Propaganda abortiva

Pero, prosiguió Martino, la Santa Sede ha advertido que Unicef "no ofrece una contabilidad de los fondos donados para actividades específicas de protección de la infancia"; que Unicef "ha participado en la publicación de un manual de la ONU en el que se promueve la distribución de anticonceptivos postcoito con efectos abortivos para las mujeres refugiadas en situaciones de emergencia"; y que la organización para la infancia "se ha implicado en la promoción de cambios de la legislación internacional relativa al aborto". La Santa Sede dispone, además, de "noticias de que empleados de Unicef están distribuyendo anticonceptivos y aconsejando su uso".Madeleine Eisner, portavoz de Unicef en Nueva York respondió que "Unicef no emplea recursos en la promoción del aborto ni para la difusión de métodos anticonceptivos. Arnoldo Farina, presidente de Unicef-ltalia, añadió que "Unicef no ha apoyado jamás el aborto". Pero el Vaticano no cede.

Este año, los 2.000 dólares de Unicef se distribuirán a partes iguales entre el centro para la infancia de la Organización Mundial de la Salud y el Fondo para el Control de la Droga.