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Investigadores buscan una morfina que no sea adictiva

Investigadores de Francia y del Reino Unido han hecho un importante avance en la comprensión de la acción de la morfina, uno de los más antiguos y efectivos analgésicos, pero cuyos efectos adictivos lo han descartado para su uso en medicina general. Ellos han identificado el receptor neuronal que controla la capacidad de la morfina tanto para eliminar drásticamente el dolor como para inducir la adicción de la que es casi imposible liberarse. Este descubrimiento representa también un pequeño paso en el camino hacia un objetivo clave de la medicina: desarrollar una forma no adictiva de morfina.La morfina es uno de los muchos compuestos, derivados de la amapola de opio, como la heroína es otro derivado más refinado. Los opiáceos ejercen sus efectos a través de tres tipos de receptores en el cerebro, conocidos como m (mu), d (delta) y k (kappa).

Brigitte Kieffer, de la Universidad Louis Pasteur en Estrasburgo (Francia) y sus colegas han descubierto ahora que el receptor mu controla las dos principales acciones de la morfina: su habilidad para neutralizar el dolor y la inducción de la adicción. Los investigadores presentan hoy su hallazgo en la -revista Nature. Kieffer y su equipo aplicaron pequeñas dosis de dolor, seguidas de una dosis de morfina, a ratones modificados genéticamente carentes del receptor mu. La morfina no tenía ningún efecto en los ratones. Repetidas dosis de la droga no lograron detener el dolor. Además, los ratones no desarrollaron ningún síntoma de dependencia de la droga al, acabar el experimento.40.000 compuestos

La cuestión ahora es averiguar qué función tienen los otros dos receptores, el delta y el kappa. El opio es la fuente de unos 40.000 compuestos potencialmente analgésicos que la industria farmacéutica intenta probar y, eventualmente, comercializar. El logro de una morfina no adictiva no es inminente pero es un objetivo potencialmente alcanzable, dice Kieffer.

El interés por la morfina como atenuante de los dolores agudos se remonta a 4.000 años de antiguedad. La palabra morfina procede del dios romano Morfeo y fue acuñada por el alemán Friederich Wilhelm Serturner, que descubrió sus propiedades inductoras del sueño en 1805.Copyright Nature News Service

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