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Dole atacará a Clinton en el debate por la "falta de ética" de su Administración

Antonio Caño

A la sombra de una reciente controversia sobre las contribuciones de un millonario de Indonesia a la candidatura de Bill Clinton, su contrincante republicano, Bob Dole, ha decidido convertir la denuncia e la corrupción en su arma principal para la recta final de la campaña electoral. Dole ha criticado que "esta Administración carece de ética", y ha prometido presionar al presidente en su debate de hoy para que responda a todos y cada uno de los escándalos que han ocurrido a lo largo de sus cuatro años de gestión.

El último de ellos es el de las aporciones de cientos de miles de dólares presuntamente hechas a la campaña de Clinton por los representantes en EE UU de Lippo, un poderoso grupo económico de Indonesia cuyo propietario, James Riady, es amigo del presidente desde hace tiempo.Según las denuncias hechas por Partido Republicano, Riady ha entregado 425.000 dólares (54,4 millones de pesetas) al Partido demócrata a cambio de favores personales y de contar con cierta influencia en la orientación de la política exterior de EE UU en Asia. "Esto es un abuso de proporciones nunca vistas. Comparado con esto, el Watergate es una menudencia", declaró el presidente de la Cámara de Representans, Newt Gingrich.

Lo que hasta ahora ha sido confirmado es que el Partido Demócrata devolvió el mes pasado una contribución de 25.000 dólares de Riady después de que el diario Los Angeles Times comenzase a indagar sobre esa operación.

El portavoz de la Casa Blanca, Michael McCurry, descartó cualquier ilegalidad en la recaudación de fondos del Partido Demócrata, y calificó las denuncias hechas por la oposición como "un acto desesperado propio del final de la campaña". Clinton, que tiene una ventaja de en tomo a los 15 puntos en las encuestas, no quiso comentar sobre ese tema en una comparecencia pública en Nuevo México.

Bob Dole tampoco se ha referido específicamente a la trama indonesia en sus últimos discursos. Pero sí ha dedicado sus últimas horas de campaña a sembrar dudas sobre la honestidad de Bill Clinton y de su Administración.

"Más de 30 personas de este Gobierno están en la cárcel o han dejado sus puestos, y después [Clinton] habla de ética. No existe ética en esta Administración.... Y le vamos a pedir al presidente que responda, que nos diga qué ha hecho él, qué ha hecho su administración y por qué lo han hecho", manifestó Dole.

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Uno de los ejemplos que Dole citó fue el del acceso de funcionarios de la Casa Blanca a los archivos del FBI. Estos han mirado 900", afirmó, sin precisar a qué se refería.

El candidato republicano prometió que planteará esas preguntas en su debate de esta noche en San Diego - el último de está campaña electoral-, y aseguró que no se conformará con respuestas vagas. Dole añadió que también interrogará al presidente sobre su supuesta intención de perdonar a quienes hasta ahora han sido condenados en relación por el escándalo Whitewater.

Bob Dole había sido reacio hasta ahora a sacar a debate el tema de la corrupción por miedo a que éste tuviera un efecto contrario al esperado entre los electores, que suelen preferir respuestas a sus problemas más inmediatos.

Pero, como demuestran las encuestas, ninguna de las ofertas que Dole ha presentado -la rebaja el 15% de los impuestos o la recuperación de los valores tradicionales- ha servido para darle al candidato republicano rentabilidad electoral. La campaña de Dole ha considerado que el debate de San Diego es la última oportunidad que tiene de presentarse como un candidato convincente, y ha decidido jugarse las últimas cartas en ese debate.

La campaña de Clinton está, aparentemente, tranquila. Según ellos, la gente que desconfía del presidente ya ha decidido su voto desde hace tiempo.

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