La 'flexibilidad', telón de fondo

La Comisión, apoyada por los países más comunaristas, como Bélgica, y con cierto apoyo de España, se enfrenta a París y Bonn (a los que ayer apoyó el británico John Major) por la propuesta de una "cláusula de flexibilidad". Este concepto, que sería el cajón desastre de todas las ambiciones no rellenadas por la reforma de Maastricht, constituyó el telón de fondo de la cumbre, el fantasma siempre presente pero no siempre discutido.

Esa flexibilidad debe permitir que se produzcan "cooperaciones reforzadas" entre lo países que quieran avanza más aprisa en algunos asuntos La UE avanzaría a "varias velocidades", pero ello podría cristalizar en una Europa "a geometría variable" y "círculo concéntricos" impermeables y con carácter permanente: la Europa asimétrica, menos cohesionada.

La idea la lanzó Kohl, al protestar de que el navío más lento (Londres) aminore siempre la marcha del convoy. Francia se apuntó al carro. Un texto de la secretaría del Consejo -ya bastante desahuciado- propone cooperaciones "más estrechas" tanto en 13 ámbitos sociales (de la cultura a la investigación, de la sanidad al transporte) como en política exterior y en asuntos de justicia e interior. A condición de respetar el Tratado y no perjudicar a los no reforzados. Garantizar esto es difícil. También lo es la sugerencia de trasladar a las instituciones esas distintas velocidades: los parlamentarios o los ministros de los países no incluidos en ese tipo de cooperación deberían retirarse de la sala cuando se tratase de ella.

La Comisión dice que la mejor flexibilidad es extender el voto por mayoría cualificada, y que "si el más lento no debe bloquear, éste debe permitir también que el más lento le atrape", ha dicho el comisario Marcelino Oreja. La Comisión denosta la flexibilidad en 13 ámbitos "porque ¿cómo se gestionarían 13 círculos de composición diferente?" Pero está más abierta a círculos reforzados en política exterior y en justicia e interior.