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El PSOE exige al Gobierno y a CiU la prórroga del actual modelo de financiación autonómica

Luis R. Aizpeolea

Los socialistas emplazan al Gobierno del PP a prorrogar el actual modelo de financiación autonómica y aseguran que, cuando dispongan de mayoría suficiente, cambiarán el sistema que el Ejecutivo espera aprobar mañana. El nuevo modelo, pactado con CiU, incluye la cesión a las comunidades del 30% del IRPF, sin topes y con capacidad normativa. El secretario de relaciones políticas del PSOE, Txiki Benegas, manifestó ayer a este diario que una decisión de la envergadura de la que va a adoptar el Gobierno, con una sustancial reforma financiera, requiere un pacto nacional.

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Las tres comunidades gobernadas por los socialistas -Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura- no aceptan el nuevo sistema pese a que el Gobierno se comprometió el viernes a establecer un fondo de garantía para proteger a las comunidades menos beneficiadas. El presidente de la Junta de Andalucia, el socialista Manuel Chaves, calificó de "falacia" la última propuesta del Ejecutivo porque, a su juicio ' "lo que debe evitarse, y la nueva propuesta del Gobierno no lo consigue, es que haya comunidades que cobren hasta cinco o seis veces más que otrasLas comunidades gobernadas por el PP, incluidas las más reacias al nuevo sistema, como Galicia, presidida por Manuel Fraga, y Castilla y León, liderada por Juan José Lucas, se han dado por satisfechas con este fondo de garantía y con el anuncio de que el Gobierno aumentará el Fondo de Compensación Interterritorial (FCI) -congelado durante cinco años- y establecerá fondos de nivelación de servicios mínimos. Cantabria y Asturias

No obstante, dos de las diez comunidades del Partido Popular, Cantabria y Asturias, están condicionadas por la decisión mayoritaria de sus parlamentos, que han respaldado el voto en contra del nuevo modelo.

Txiki Benegas afirmó ayer que el Gobierno comete un "grave error" al aprobar un modelo de financiación autonómica con cinco de las 15 de las comunidades afectadas -Navarra y el País Vasco se rigen por un sistema distinto- en contra y con las reservas de la mayoría de las restantes, que lo votarán "sin convicción, por disciplina de partido".

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El actual modelo fue aprobado en 1993 por un pacto entre el PSOE y Convergència i Unió, y contó con el rechazo de dos comunidades, Extremadura (PSOE) y Galicia (PP), y la abstención de una tercera, Castilla y León (PP).

Txiki Benegas defiende la prórroga del modelo anterior, con la cesión del 15% del IRPF, y también se dirige a CiU para que no se margine a los socialistas del proceso. El PSOE no tiene inconveniente en que la cesión sea del 30% para las comunidades que gestionan la educación, pero se opone radicalmente a, que no se establezcan topes y, más aún, a que se ceda la capacidad normativa; es decir, la posibilidad, dentro de unos límites, de que las comunidades autónomas puedan regular el porcentaje del IRPF. A su juicio, esta cesión puede "abrir una peligrosa guerra fiscal entre las comunidades".

El dirigente socialista argumenta que la prórroga del sistema actual permitiría avanzar hacia un pacto nacional entre todos los partidos sobre el futuro modelo. Benegas cree que una fórmula como la que previsiblemente se aprobará el lunes que afecta, a su juicio, a la estructura de la financiación, no puede aprobarse con un acuerdo limitado entre dos partidos, que deja fuera a otros dos partidos nacionales, como el PSOE e Izquierda Unida.Limitación del consenso

No es esa la opinión del ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, que limita la necesidad del consenso a las reformas de la estructura territorial, cómo los estatutos de autonomía, derivados de la Constitución.

Tampoco es la posición de Jordi Pujol y Josep Antoni Duran Lleida, socios en CiU. Pujol manifestó que no entendía las críticas del socialista catalán Raimon Obiols porque el nuevo sistema mejora la financiación que se pactó con el PSOE. Duran Lleida lamentó la actitud de las comunidades gobernadas por socialistas, que se enfrentan al sistema pactado entre CiU y el PP con el mismo lenguaje que utilizaban los populares desde la oposición..

Benegas asegura que la aprobación del sistema sin consenso abre una etapa de inestabilidad: "Los socialistas tendremos las manos libres para revisarlo cuando volvamos a tener mayoría. Una decisión de la envergadura de la que se va a tomar requiere un pacto estable, no revisable en función de quien gana las elecciones".

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