La UE urge a Extremo Oriente a que abra sus mercados textiles

La Comisión Europea urgió la semana pasada a los países de Extremo Oriente a que den señales de apertura de sus mercados en el comercio textil, si quieren que la Unión Europea (UE) ponga sobre la mesa una buen oferta en la negociación del desmantelamiento del Acuerdo Multifibras. El comisario europeo de Comercio, Leon Brittan, advirtió que le será "políticamente difícil" abrir los mercados europeos si no cuenta con una contrapartida.El Acuerdo Multifibras debe ser progresivamente desmantelado e integrado en los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el año 2005. Dicha integración se efectúa en tres etapas. La primera ya se ha completado. La segunda acaba a final de este año. El próximo mes de diciembre, la Unión Europea debe reducir las barreras a la importación en un 17%, tanto en términos de volumen como en relación con las cifras de comercio del año 1990.

Pero una cosa es la cantidad y otra la calidad. Es decir, los europeos pueden cumplir el objetivo pactado y reducir sus barreras en productos cuya exportación no beneficie a terceros países. Esa es su baza, y la que juega a fondo Leon Brittan. El comisario británico se ha mostrado quejoso de que muchos de los grandes exportadores del Tercer Mundo, que no tienen obligaciones específicas en este campo -aunque sí en otros-, no hayan ofrecido un gesto de apertura de sus mercados. "Políticamente, a la Unión Europea le será difícil abrir sus mercados si no cuenta con una contrapartida", indicó ayer su portavoz.

La última advertencia

La petición de un acceso a los mercados de estos terceros países la realizó la Comisión Europea ya el pasado mes de mayo, y ésta es "la última advertencia". Hasta ahora, "la respuesta

[de los terceros] ha sido nula", indicó el portavoz. La advertencia se ha lanzado a países exportadores de Extremo Oriente entre los que se encuentran Pakistán, India, Indonesia, Malaisia, Filipinas, Taliandia, Singapur, Corea del Sur y Bangladesh; y también de América Latina, como Argentina y Brasil.

Bruselas espera una reacción positiva, "con carácter de urgencia". La pretensión comunitaria es que esa reacción suponga compromisos de apertura, de acceso al mercado, en subsectores de alto valor añadido, asumibles por estos países en cuanto que disponen de clases medias consumidoras de este tipo de productos europeos.

Si esa reacción se produce en los próximos días, el Ejecutivo comunitario elaborará en las próximas dos o tres semanas una oferta liberalizadora que sea "sustantiva y significativa" para las exportaciones de los terceros países. En caso contrario, rellenará las cuotas del desmantelamiento parcial al que se comprometió con productos que cumplan el criterio del volumen del 17%, pero que sean indiferentes a los intereses de los grandes exportadores externos.