Un jurado de arquitectos y póliticos declara desierto el concurso para ampliar el Prado
Un equipo español y otro suizo consiguen accésit y Moneo queda entre los finalistas
"No hemos encontrado una idea genial" declaró ayer el arquitecto suizo Marlo Botta, uno de los 13 miembros del jurado internacional que había decidido una hora antes por unanimidad declarar desierto el primer premío del concurso de ideas para ampliar el Museo del Prado. La presidenta del jurado, la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, reafirmó el "compromiso del Gobierno y del presidente Aznar" de seguir adelante con un proyecto que cubra las necesidades del museo, según el acuerdo parlamentario de la pasada legislatura, enriquecido con las propuestas de los diez arquitectos finalistas. Se concedieron accésit al equipo Alberto Martínez Castillo y Beatriz Matos, de Madrid, y a Jean-Pierre Dürig, de Zúrich.
El debate arquitectónico ha dominado las 22 horas de reuniones del jurado internacional que el jueves y viernes consumieron en la sala Juan Gris del centro municipal del Conde Duque, de Madrid, para decidir el concurso de ideas para la ampliación del Prado, incluidas dos escapadas al museo, una de ellas en la madrugada de ayer, para visitar las salas y almacenes.Las discusiones no llegaron a enfrentar a los políticos -el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, recordó al jurado que el concurso se había organizado por el Gobierno anterior y la Unión Internacional de Arquitectos (UIA)- con los planteamientos de los arquitectos, que en algunas ocasiones fueron "muy duros" con algunos proyectos de los diez finalistas.
La ministra Esperanza Aguirre, como presidenta, comentó las decisiones del jurado y sembró la confusión al no saber responder a los interrógantes que siguen abiertos sobre el futuro proyecto de ampliación del Prado. "Ninguna de las propuestas resuelve los problemas que tiene el museo en la ampliación de espacios expositivos y de servicios públicos", declaró tras recordar el acuerdo parlamentario en la legislatura anterior sobre el plan de necesidades y la aportación de la UIA en la organización del mismo, junto a la presencia en el jurado de "ocho arquitectos prestigiosos que garantizan rigor, neutralidad y objetividad".
En varias ocasiones, Aguirre insistió en que se trataba de un "concurso de ideas" para unos problemas complejos y una zona de Madrid "emblemática y de enorme importancia urbana", sin que ello implicara la acepta ción de las propuestas premiadas en el futuro proyecto. "A partir de ahora, Cultura y la gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento, con la colaboración del Prado, tendrán que ponerse a pensar en el futuro. El Gobierno sigue adelante con la ampliación del museo; es un compromiso político que ahora se enriquece con las propuestas presentadas y las de liberaciones de un jurado internacional". Sobre las posibilidades y fechas de encargar el proyecto definitivo, se refirió a los procedimientos legales, que permiten encargar a un profesional, un concurso restringido o diseñarlo la propia Administración. El secretario de Estado de Cultura, Miguel Angel Cortés, repitió que "ninguna de las ideas satisfacía las complicadas necesidades y problemas, aunque ahora se tienen ideas aprovechables para dar respuesta". Insistió en que el Gobierno mantiene el acuerdo parlamentario y se realizará la ampliación con las ideas aportadas por el concurso".
El jurado concedió por unanimidad dos accésit, de acuerdo con las bases del concurso. Los galardones fueron para el equipo formado por los españoles Alberto Martínez Castillo y Beatriz Matos, de Madrid, y por el suizo Jean-Pierre Dürig y Philippe Rámi. Del primero el jurado destaca las propuestas para el entorno urbano y su implantación en el lugar, y del segundo - las respuestas a las necesidades museológicas. Los dos galardones tienen una dotación de tres millones y medio de pesetas cada uno, al sumarse la dotación de los tres millones del primer premio.
Acuerdo imposible
"Es una decisión muy sensata, acertada y seria", dijo Jaime Duró, ex presidente de la UIA y miembro del jurado. Comentó la imposibilidad de llegar a un acuerdo de los dos tercios de los miembros del jurado -un total de nueve votos favorables- en la complejidad del programa propuesto y la gran variedad de las ideas."No me ha causado decepción", afirmó José Antonio Fernández Ordóñez, presidente del patronato. "Hemos aprendido muchísimo de cara al futuro y el debate ha sido muy vivo, intenso e inteligente", dijo durante el fallo. "El concurso nos ha ayudado a tener un conocimiento más explícito de nuestros propios problemas y la forma de solucionarlos. El camino hacia la ampliación es ahora más claro y sencillo que lo era antes del concurso. Comprendo la decepción pero no ha habido ninguna propuesta que responda a los aspectos funcionales, urbanísticos y arquitectónicos". Fernández Ordóñez destaca los acuerdos unánimes del jurado: "Hay que agradecer sobre todo a los arquitectos extranjeros ' su demostración de amor a la arquitectura y de amor al Prado".
Todos aprenden
El jurado no sacó la propuesta ganadora del concurso de ideas pero recibió muchas enseñanzas. La ministra y presidenta adelantó que ahora se tenían muchas ideas; el secretario de Estado de Cultura añadió que el proyecto definitivo contará con ellas. El presidente del patronato afirmó que ahora sabe mucho más sobre el museo y el director del Prado también declaró su satisfacción. "Hoy tengo más ideas sobre el museo que hace 48 horas".Los arquitectos extranjeros comentaron el debate desde las mismas formas, y su entorno, como el castizo "es que el Prado es mucho Prado". El suizo Mario Rotta no había encontrado "una idea genial" que solucionara los problemas pendientes del museo, y el colombiano Rogelio Salmona admitía las dificultades para conseguir nueve votos para una única propuesta.
Según fuentes del jurado, descartar el primer premio aportó serenidad al debate, que se concretó en los accésit de los equipos de Madrid y Zúrich, a los que se pegaron el de Rafael Moneo, "muy criticado" por sus colegas, y el de Fernando Pardo. Los otros finalistas fueron Jesús Marco, Dionisio Hernández Gil y Rafael Olalquiagá, Antonio Barrionuevo, Enrique Zoilo, Eleuterio Población y Alfonso Govela, de México.
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