¡Cuidado con los tornados!
La calidad lograda por los efectos especiales en las producciones norteamericanas alcanza una de sus nuevas cimas con Twister. Resulta imposible distinguir las auténticas tormentas, los tornados captados por la segunda unidad de producción, de las creadas por los diseñadores de efectos especiales. También destacan las excelentes mezclas conseguidas con imágenes reales y efectos especiales. Basta citar, por ejemplo, la estupenda escena en que los protagonistas se ven rodeados por un tornado que se ramifica en tres mientras las vacas revolotean a su alrededor impulsadas por la potencia del viento.Sin embargo, los productores, los creadores de efectos especiales y los realizadores de estas películas quedan tan fascinados por sus propios hallazgos visuales que los repiten más allá de lo recomendable. De manera que, volviendo a Twister, durante sus casi dos horas de duración se suceden los mismos tomados, similares trucos, hasta agotar al espectador, que sale del cine cansado, destrozado, como si hubiese pasado media vida tratando de prevenir la fuerza destructora de los tomados de Oklahom
Twister
Director: Jan de Bont. Guionistas: Michael Crichton, Anne-Márie Martin. Fotografía: Jack N. Green. Música: Mark Mancina. Estados Unidos, 1996. Intérpretes: Helen Hunt, Bill Paxton, Jami Gertz, Cary Elwes. Estreno en Madrid: Capitol, Gran Vía, Luchana, Roxy B, Conde Duque, Tívoli, Velázquez, Novedades, Acteón, Aragón, Excelsior, España, Canciller, Liceo, Ciudad Lineal, La Vaguada, Aluche, y Bellas Artes y Princesa en versión original subtitulada.
Dentro de su absoluta falta de argumento, Twister narra cómo un grupo de jóvenes científicos especializados en tornados persigue una tormenta tras otra para intentar emplear un aparato de su invención que les proporcione la necesaria información sobre lo que ocurre en su interior. Después de la minuciosa descripción de tres fallidos intentos, por fin lo consiguen, lo que les permitirá obtener nuevas subvenciones para desarrollar su investigación y poder avisar de su proximidad con una mayor antelación.
Llena de homenajes cinematográficos, desde que el aparato se llama Dorothy, como la protagonista de El mago de Oz, donde hay un famoso tornado, hasta la destrucción del autocine donde se proyecta El resplandor, sin olvidar el pase por televisión de Ha nacido una estrella, Twister muestra tal simplicidad narrativa que el realizador Jan de Bont, el coproductor y guionista Michael Crichton y el coproductor Steven Spielberg parecen recurrir a estos homenajes para demostrar que saben en qué consiste una película, que es algo más que una demostración de las más sofisticadas técnicas de efectos especiales.
Tras una larga carrera como director de fotografía, el holandés Jan de Bont se instala en Estados Unidos, donde se especializa en la fotografía de producciones de gran presupuesto y abundantes efectos especiales. Pasa a la realización con Speed (1994), otra de esas películas que mezclan los más aparatosos efectos especiales dentro de las características del cine de catástrofes. Con Twister se notan demasiado sus orígenes al ser las repetidas imágenes de los tomados lo único que tiene verdadero interés.
Conscientes de la inconsistencia de la historia, los productores y el director han dado los principales papeles a actores poco conocidos y no muy atractivos, que poco pueden hacer frente a la intensidad de los tomados. El trío protagonista, formado por Helen Hunt, Bill Paxton y Jami Gertz, no consigue dar vida a la leve trama de la pareja que llega al grupo de viejos compañeros en busca de una firma para conseguir un divorcio que dé paso a su boda, pero se la lleva el viento como a todo lo demás.
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