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Miedo en Cenicientos

Mucho miedo pasaron los toreros en la primera corrida de la feria de Cenicientos ante los toros de Palha, de gran trapío, que salieron broncos excepto el primero, manejable, y el último de la corrida, encastado y noble.Con éste, Rafael González (oreja y silencio) dio los mejores pases de toda la tarde, especialmente con la mano derecha. Pinchó cuatro veces y perdió la oreja. El tercer toro estaba reparado de la vista y González aguantó parones y derrotes. El público se lo recompensó.

Tomás Campuzano (división y silencio) anduvo precavido con el primero, y al cuarto, que topaba, se limitó a matarlo como pudo.

Los toros de Miguel Rodríguez (silencio y pitos) desarrollaron sentido y los despachó pronto. Dio un mitin -hasta nueve pinchazos- matando al quinto.

Se lidió muy mal, lo que acentuó los defectos de los toros, y se picó peor, pese a utilizar un gran caballo de Salcedo. Carretero prendió un gran par de banderillas.

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