Los extravíos de Ankara
De repente, la OTAN se ve amenazada por un nuevo problema cuyas dimensiones, potencialmente, podrían afectar a su existencia, planteado precisamente por el pilar clásico de la alianza en el sureste: Turquía, uno de los socios más fieles de la alianza, inicia caminos extraviados. La provocación más reciente del nuevo primer ministro, el islamista Erbakan, se dirige contra EE UU. Al firmar un acuerdo de 20 millardos de dólares con Irán para el suministro de gas, Erbakan socava la estrategia de aislamiento de EEUU mucho más de lo que jamás podrían hacerlo el "diálogo critico" de Alemania o los negocios petrolíferos de la empresa francesa Total. Erbakan también estrecha lazos con Irak, y sueña con una "OTAN islámica". ¿De verdad está en Teherán o en Bagdad el futuro del país?La pregunta es tanto más acuciante si se tiene en cuenta que Turquía no mantiene precisamente óptimas relaciones con la UE. Grecia y Turquía están separadas por un antiquísimo enfrentamiento. Entre ella y su tradicional amigo, Alemania, existe un conflicto latente respecto a los derechos humanos y los kurdos. Y ahora, Erbakan desafía a Washington, el paladín de Turquía en Occidente. ¿No será un enemigo excesivo para un país que desde hace 70 años busca su futuro en Occidente? También en la política interior, en especial frente al Ejército prooccidental, Erbakan lleva a cabo un juego arriesgado.
13 de agosto
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