Gigi Howard niega ser novia del príncipe de Asturias en el juicio a un periodista
La joven estadounidense Giselle Gigi Howard negó ayer ser la novia del príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, durante el juicio del periodista español Carlos Hugo Arriazu, acusado de pinchar su teléfono en Nueva York. Gigi Howard, de 26 años, testificó durante media hora en el tribunal penal de Nueva York a petición de la fiscal encargada del caso, Catherine Mullen.La joven, que vestía un conjunto chaqueta -pantalón de color claro y una camiseta a juego-, se mostró tensa pero no perdió la compostura durante su testimonio. A la pregunta de si es o no la novia del Príncipe, hecha por el abogado defensor Michael Hertzberg, Gigi Howard respondió de manera negativa. Protegida por media docena de agentes de Policía y acompañada de tres amigas, la joven abandonó el tribunal entre una nube de periodistas y curiosos.
Gigi Howard, que juró ante la Biblia decir la verdad y nada más que la verdad, explicó que está estudiando para trabajar con niños en el futuro. A preguntas de la acusación, la joven dijo reconocer su voz en una cinta magnetofónica requisada a Arriazu por los agentes de la Fiscalía que lo detuvieron, cerca de su casa de Manhattan, en junio de 1995. El periodista, de 24 años, está acusado de los delitos de intervención ilegal de una línea telefónica y posesión de material para intervenirla. De ser declarado culpable, podría ser condenado a una pena máxima de cuatro años de cárcel. Medios de comunicación españoles y estadounidenses atribuyen a la joven estudiante, originaria del estado de Georgia, una relación amorosa con el heredero de la corona española, Felipe de Borbón. El propio Arriazu es el autor de una serie de fotografías publicadas recientemente en España en las que ambos aparecen juntos durante unas vacaciones en la isla caribeña de St. Martin. Arriazu, que se encuentra en libertad provisional, trabaja para la agencia de prensa System Press, dirigida por su padre, Santiago Arriazu, que testificará a petición de la defensa.
Dos detectives implicados
Junto a Arriazu se sienta en el banquillo de los acusados el de tective privado Carlos Fernández, de origen cubano y residente en Miami, sobre el que pesan los mismos cargos. Un segundo de tective, Luis Jiménez, detenido el mismo día, ha sido separado del caso a petición de sus abogados y no testificará durante el juicio.Sus abogados sostienen que el joven periodista contrató a Fernández y Jiménez para que controlaran los movimientos de la joven con vistas a un reportaje, no para que se pinchara su teléfono. El autor material del pinchazo fue el confidente policial Thomas Busciglio, quien testificó la semana pasada que lo hizo por encargo de Jiménez y tras poner al corriente a la Policía. La defensa de Arriazu no disputa que el pinchazo tuviera lugar, pero afirma que su cliente es inocente porque desconocía por completo las intenciones de Busciglio.
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