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Bisturí contra la sudoración excesiva en manos y axilas

Una de cada 200 personas padece hiperhidrosis, un exceso de sudoración que afecta a las manos y también, aunque en menor grado, a las axilas y los pies. Estadísticamente no significa mucho, pero para los individuos afectados supone todo un cúmulo de dificultades tanto personales como sociales.

El trastorno se traduce en enormes manchas de sudor en las camisas, en plantillas de zapatos permanentemente mojadas, en manos que gotean sin cesar. No se reducen sus consecuencias a una incomodidad psicológica; para los que se desempeñan en relaciones públicas puede representar un obstáculo insuperable, y ni hablar del perjuicio, ya de carácter profesional, para quienes trabajan en instalaciones eléctricas o manipulando papeles o mercadería delicada.

El problema afecta en mayor medida a las mujeres, en proporción, de tres a uno respecto a los hombres, y hoy en día se especula con la existencia de una causa hereditaria a muchos de los casos.

En este tipo de trastorno existe un aumento de la actividad del sistema nervioso simpático, que controla y es responsable de la sudoración. Desde hace tiempo se sabe que desconectando las fibras simpáticas selectivamente las Manos de los pacientes operadas dejan de sudar, y también las axilas.

"El porcentaje de éxito con esta técnica quirúrgica es prácticamente total", asegura José Revuelta Mirones, cirujano vascular de la clínica Montpellier, de Zaragoza, aunque advierte, que existe una pequeña posibilidad de que reaparezca algo de sudoración al cabo de los años.

Toracoscopia

Revuelta figura entre los pioneros en España en el tratamiento de la hiperhidrosis mediante la toracoscopia, una modalidad quirúrgica poco invasiva similar a la laparoscopia: "Se realizan tres mínimas incisiones intercostales y el paciente se recupera a las 72 horas". Su adopción por los cirujanos vasculares se debe a que la escisión del nervio simpático es una práctica habitual en su especialidad."La posibilidad de actuar quirúrgicamente sobre la hiperhidrosis es conocida desde hacía tiempo, pero como requería unas vías de entrada abiertas y traumáticas, con los mayores riesgos que ella entraña, no parece una opción conveniente. La situación ha cambiado con la llegada de la toracoscopia, que permite operar sin abrir el tórax", explica el cirujano aragonés.

José Revuelta aclara que mediante la toracoscopia se suprime la sudoración en manos y axilas, puesto que la inervación simpática implicada se sitúa en el mismo nivel quirúrgico. De momento, la correción del sudor de los pies no se beneficia de esta técnica quirúrgica, ya que su inervación simpática no se encuentra a nivel torácico.

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