_
_
_
_

Clinton pide la pena de muerte para los autores

Antonio Caño

, El presidente Bill Clinton calificó ayer el atentado de Atlanta como "un diabólico acto de terrorismo" y prometió poner a sus autores en manos de la ley, con una petición de pena de muerte por su crimen. En un intento de salir al paso de la psicosis terrorista que se ha apoderado de Estados Unidos después del atentado en Atlanta y las sospechas sobre la explosión del avión de la TWA, Clinton llamó a la nación a "no permitir que el terrorismo gane" y a seguir apoyando a los atletas que intentan salvar estos Juegos. "Este es un acto contra el espíritu de nuestra democracia y contra el espíritu olímpico".

Más información
El Rey se mantuvo informado desde Marivent
La policía explosiona un paquete en un centro comercial

El FBI, que se ha hecho cargo de la investigación, no ha mencionado todavía nombres de personas o grupos sospechosos del atentado, pero un portavoz de esa agencia dijo ayer que existen numerosas pistas que pueden conducir a los autores.Una de esas pistas es la de la voz de la persona que llamó al servicio de emergencia de la policía (911) momentos antes del atentado para anunciar la colocación de una bomba en el Parque del Centenario. "Era la voz de un hombre blanco sin un acento particular", dijo el responsable de la investigación por parte del FBI, Woody Johnson. El acento, añadió, correspondía a una persona que parecía ser norteamericana. Agentes federales están interrogando, según Johnson, a centenares de testigos presenciales de la explosión en busca de algún testimonio que ayude a la investigación. Al mismo tiempo, expertos del FBI en Washington están analizando los detalles de la grabación de la llamada al 911, así como las huellas recogidas en los teléfonos públicos desde los que se cree que fue efectuada esa llamada.

El autor de la llamada, según fuentes próximas a la investigación, no reivindicó la acción. Pero el FBI puede encontrar en esa comunicación algunos datos que ayuden a resolver el caso. Uno de ellos es el hecho de que la llamada de aviso hubiese sido hecha, como han confirmado las fuentes citadas, desde una de las cabinas situadas cerca del lugar de la explosión. Eso ha llevado a los investigadores a pensar que la llamada fue realizada, probablemente, por la misma persona que colocó el explosivo, lo que pone en evidencia una operación de poco calibre, quizás organizada por un sólo individuo o por un grupo sin experiencia en terrorismo.

Otro argumento mencionado en favor de esa hipótesis es el de las características de la bomba, un artefacto casero para cuya fabricación sólo se requieren materiales que están al alcance de cualquiera en establecimentos de venta al público.

Bill Clinton declaró ayer que todavía es pronto para llegar a conclusiones sobre los autores del atentado, pero aseguró que ha dado instrucciones de emplear todos los medios para su captura. "No ahorraremos esfuerzos", dijo, "para encontrar a los responsables. Los detendremos, los llevaremos ante la justicia y pagarán la pena que les corresponda".El presidente norteamericano, que ha estado en Atlanta dos veces desde que comenzaron los Juegos y cuya hija, Chelsea, estaba en esa ciudad en el momento del atentado (aunque no en el mismo Parque del Centenario), declaró que Ias personas que ponen en peligro a tanta gente y de una forma tan cobarde merecen la pena capital".

Clinton conversó ayer por teléfono con responsables del FBI y con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, para recabar información sobre lo sucedido. Asimismo, estableció contacto, antes de trasladarse a su residencia de fin de semana en Camp David, con el líder de la oposición, Robert Dole, el presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, y los líderes demócratas en el Congreso con objeto de analizar la situación de inquietud nacional creada tras la explosión en el corazón olímpico de Atlanta.

La Casa Blanca, que había anunciado esta misma semana nuevas medidas de seguridad en los aeropuertos, está considerando otra clase de medidas para hacer frente a la psicosis terrorista. Estados Unidos, que durante décadas se sintió impermeable al terrorismo, aparece ahora vulnerable a esa amenaza, que los ciudadanos empiezan a percibir como un riesgo diario contra el que el Gobierno se muestra impotente.

El atentado en Atlanta se ha producido después de que las autoridades de esa ciudad y de los Juegos Olímpicos asegurasen que ese era el lugar más seguro del mundo. 35.000 agentes habían sido movilizados en lo que constituye la mayor operación de seguridad puesta en marcha en Estados Unidos en tiempos de paz.

Todas esas medidas, sin embargo, han demostrado ser ineficaces. Ayer mismo comenzaron a surgir comentarios sobre si la seguridad en algunas zonas de Atlanta, particularmente en el Parque del Centenario, eran las apropiadas. El portavoz de la Casa Blanca, Michael McCurry, negó una declaraciones atribuidas al vicepresidente, Al Gore, en el sentido de que existían fallos en la seguridad en Atlanta, y aseguró que el Gobierno estaba satisfecho con las precauciones tomadas. Pese a eso, McCurry no pudo confirmar si la primera dama, Hillary Clinton, que tenía previsto trasladarse a la sede olímpica a mediados de la próxima semana seguirá adelante con sus planes de viaje.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_