La policía explosiona un paquete en un centro comercial

, La policía explosionó ayer, 20 horas después de que una bomba estallara en el Parque Olímpico, un paquete sospechoso en una galería comercial de Atlanta conocida con el nombre de Underground. Esta zona de ocio es una de las más concurridas de la ciudad. Está situada en la estación de metro Five Points, en la que confluyen las dos líneas más importantes de tren subterráneo, a sólo unos cuantos cientos de metros del lugar donde estalló el artefacto que causó la muerte a dos personas y provocó heridas a 110.

Poco antes de que se escuchara la detonación, un robot para la desactivación de explosivos había sido llevado hasta el lugar. La policía procedió previamente a la evacuación del área. El metro de Atlanta interrumpió sus trayectos en dirección sur, la que conduce al centro comercial.

La superficie de la misma zona quedó cortada al tráfico y a los peatones. La policía dispuso un cordón de seguridad en el cruce de las calles Luckie Street y Auburn Avenue e impidió el paso a cualquier área cercana a la del incidente.

El centro comercial fue desalojado en torno a las 18.45 (hora de Atlanta), después de que la policía detectase en su interior un paquete sospechoso, y a los pocos minutos se escuchó desde el exterior una explosión amortiguada, según informó la cadena CNN.

Antes de que se produjera este suceso en la galería Underground hubo dos nuevas alarmas de bomba, una en Atlanta y otra en Washington. La primera alarma la proporcionó un paquete sospechoso que apareció en las inmediaciones del Alexander Memorial Coliseum, sede de la competición olímpica de boxeo. Un bulto, despositado cerca de unas cabinas de teléfono, sembró el pánico. Los agentes de seguridad establecieron finalmente que el objeto no contenía material explosivo.

Alarma en Washington

Poco después, la estación de trenes de Washington, Unión Station, fue desalojada- durante dos horas ante una alarma de bomba. Según un portavoz de la compañía de ferrocarril Amtrack, alrededor de las siete de la tarde, uno de sus servicios recibió una llamada telefónica que alertaba sobre la colocación de un explosivo en algún lugar de la estación.

La policía sólo encontró un paquete sospechoso, cuyo contenido fue revisado sin que se hallara ningún tipo de explosivo. La estación, donde habría un millar de personas a primera hora de la tarde, reanudó su actividad normal dos horas después sin mayores incidentes.

En todas las instalaciones olímpicas se han intensificado los controles. Los periodistas son invitados, en algunos centros, a abandonar sus bolsas de trabajo para evitar los interminables registros.