Yeltsin y Chernomirdin acuerdan "cambios significativos" en la composición del Gobierno ruso

El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, debatió ayer con el jefe del Gobierno, Víctor Chernomirdin, sobre la composición y estructura del nuevo Gabinete, que, según los planes del máximo dirigente ruso, contará con algunos nombres nuevos y será más reducido que el actual. Yeltsin, que está internado en el sanatorio de Barvija, en las afueras de Moscú, manifestó al término de su entrevista con Chernomirdin que "habrá cambios, no muy grandes, pero significativos, tanto en lo que se refiere a personas como a estructuras".El líder ruso, sin embargo, no dará a conocer la composición del Gabinete hasta después de la ceremonia de investidura para su segundo mandato de presidente, el 9 de agosto en el Kremlin. Sin ninguna explicación oficial, Anatoli Chubais, el jefe de la Administración presidencial y primer asesor de Yeltsin, ha sustituido a Nikolái Yegórov al frente de la comisión encargada de preparar el festejo. Yegórov, el jefe de la Administración hasta que Chubáis le sustituyó, es un miembro de la vieja guardia de los ex responsables de los servicios de Seguridad que fueron cesados entre la primera y la segunda vuelta electoral.

El funcionario, que ha vuelto a ocupar su antiguo cargo de gobernador regional en la provincia de Krasnodarsk, en el norte del Cáucaso, se había inspirado en las coronaciones de los zares para la ceremonia de toma de posesión. Fuentes del Kremlin afirman que ésta será muy breve y subrayará el compromiso del presidente con la democracia.

Mientras Yeltsin recupera la salud, los analistas y grupos de presión tratan de determinar cómo evolucionará la nueva correlación de fuerzas en el Kremlin. Por lo pronto, los grupos financieros con peso político compiten por ganarse al enérgico secretario del Consejo de Seguridad, Alexandr Lébed, e influir en la formación del nuevo equipo de colaboradores del general y en su estrategia económica.

Privatizaciones

Una de las cuestiones más delicadas que Lébed deberá afrontar en su nuevo cargo es la privatización de algunas de las principales empresas estratégicas de Rusia, incluidas gingantescas compañías petroleras que, a fines de 1995, fueron adjudicadas -en subastas restringidas y poco transparentes- a grupos bancarios próximos al Gobierno.

Alexandr Kisiliev, el comentarista estrella de la cadena de televisión NTV, perteneciente al grupo financiero MOST, advirtió el domingo que Lébed "no es especialista" en las "delicadas materias financieras" y que puede ser instrumentalizado en la lucha de los intereses económicos. Kisiliev realizó este comentario tras informar que Lébed había reclutado para las estructuras dependientes del Consejo de Seguridad a Vladímir Grochev, un ex profesor de economía y un alto ejecutivo del grupo financiero Incombank.

Incombank es justamente uno de los perdedores de las subastas de diciembre y ha llevado a los tribunales el caso de la adjudicación de la empresa petrolera Sibneft, uno de los gigantes de la actividad económica más rentable de Rusia. El Tribunal de Arbitraje de Moscú falló el lunes que la actuación del Comité de la Propiedad Estatal (el ministerio de las privatizaciones de Rusia) actuó correctamente al adjudicar el 51% de las acciones de Sibneft a la Compañía Petrolera Financiera (CPF) y el banco Stolichnaia. Se da la circunstancia de que la CPF está vinculada con Borís Berezovski, empresario que junto con Vladímir Gusinski, el jefe del grupo MOST, ha participado activamente en la campaña electoral de Borís Yeltsin. Berezovski es el principal socio comercial de la primera cadena de la televisión rusa.

El hecho de que Lébed haya reclutado a un alto ejecutivo, de Inkombank para ocuparse de temas económicos en el Consejo de Seguridad ha causado preocupación en otros grupos financieros que contribuyeron a potenciar, la figura política del general y que son competidores de Incombank.