El presidente de Colombia acusa a EE UU de recurrir a "verdaderas formas de invasión"

El presidente colombiano, Ernesto Samper, lanzó el sábado una dura crítica contra Estados Unidos (por la decisión de este país de cancelarle el visado de entrada), al inaugurar las sesiones del Congreso, y anunció una serie de reformas legales y políticas para fortalecer la lucha contra el narcotráfico, la subversión y la corrupción. "Hemos conocido medidas y decisíones sorprendentes y denigrantes que no se veían desde los años más difíciles de la guerra fría y que constituyen verdaderas formas de invasión" dijo el presidente al comenzar su larga intervención.

Samper hizo un llamamiento a la unidad nacional para evitar ese intervencionismo norteamericano: "Si nos atacan desde fuera, respondamos unidos desde adentro".Al finalizar su discurso, censuró, sin citarle expresamente, al presidente norteamericano, Bill Clinton. Para ello recurrió a una cita de Abraham Lincoln: "No permitamos que nos calumnien con falsas acusaciones ni que nos aparten de nuestro deber con amenazas de destruir el Gobierno". Samper comparó al dirigente "que quita visados a presidentes de países amigos a fin de estigmatizarlos y presionarlos", y al que alimentó "el país de las ideas [Lincoln]. Y dijo: "Me quedo con éste último".

En el marco de la medidas concretas, el presidente colombiano propuso un paquete de actuaciones para reforzar la lucha contra el narcotráfico, la subversión y la corrupción que apuntan también a recuperar su malograda gobernabilidad. "Si no damos un timonazo en el curso actual de nuestro destino, corremos el riesgo de que los violentos, los corruptos y los enemigos externos sean los nuevos protagonistas de la Colombia del próximo siglo", afirmó.

Samper propuso dar un vuelco a la Constitución de 1991. Las reformas tocan todos los frentes: el político, el económico y el judicial. En este último capítulo están las medidas, ya anunciadas, que desmontan la política de sometimiento a la justicia -creada por el Gobierno del presidente César Gaviria en la peor época del narcoterrorismo- y que suponen reducciones de pena a quienes se entreguen voluntariamente; el aumento de penas por narcotráfico y por blanqueo de dinero; y la expropiación de bienes procedentes del secuestro, del narcotráfico y de la guerrilla. "No tiene sentido continuar con esta feria de rebajas y baratijas en que se ha convertido la política de sometimiento", aseguró.

Lluvia de amenazas

El presidente no mencionó, sin embargo, el espinoso tema de la extradición, prohibida por la Constitución, y exigencia prioritaria de EE UU para desnarcotizar las relaciones mutuas.Un día antes de la apertura del Congreso, fue difundido un comunicado firmado por los "Nuevos Extraditables" en el que se anuncian todo tipo de desgracias en caso de que se resucite esta medida. Varios dirigentes colombianos, entre los que figuran el presidente, el fiscal del Estado y el ministro de Justicia, han recibido una verdadera lluvia de amenazas.

Entre las reformas políticas anunciadas por Samper figuran la eliminación de la vicepresidencia, que será efectiva a partir del próximo mandato "para que no se piense que obedece a un desencuentro de carácter personal con el vicepresidente Humberto de la Calle"; la financiación estatal de las campanas electorales y la reglamentación del derecho de oposición. "Ni conspiración ni subversión: oposición democrática", dijo Samper con tono firme ante el Congreso que hace apenas un mes le exoneró de toda culpa en el escándalo de la financiación de su campana presidencial con dinero procedente del narcotráfico.

Samper recibió un inesperado apoyo y un esperado desaire. Varios congresistas, representantes de grupos cristianos, dejaron en una oración pública "en manos del presidente y en las de Dios, la salida a los graves problemas de Colombia". El desaire lo protagonizaron 15 congresistas que, con una pequeña bandera atravesada por una cinta negra en señal de duelo por la patria, abandonaron el recinto cuando Samper se disponía a hablar.

Ayer, el ex presidente liberal Alfonso López, planteó a Samper una nueva salida digna. "Si el propio presidente", escribe López en su columna del diario El Tiempo, "fijase un plazo para sacar adelante este programa [el de reformas] para después retirarse, Colombia, no menos que el propio mandatario, no tendría nada que perder, sino que ganar".